El exsecretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Paulo Abrão calificó de «intento de manipulación y propaganda política» de la dictadura de Daniel Ortega la reciente exhibición fotográfica y de vídeos de supuestas visitas y atención médica de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa, preso en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en Tipitapa.
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Asimismo, en entrevista exclusiva a Mosaico CSI, Abrão señaló que el otro objetivo del régimen orteguista es transmitir una idea de normalidad, «pero todos sabemos que la prisión —del también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí— es una violación, tanto de las normas nacionales como las internacionales».
Para el experto en derechos humanos, la de monseñor Álvarez «es la situación más emblemática en términos de violación de la libertad en las Américas; se transformó en un símbolo de la resistencia de todos aquellos que luchan en contra de todas las formas de autoritarismo, todas las formas de opresión y que defienden una sociedad libre y democrática, sea para Nicaragua o sea en todos los demás países; su referencia moral y firmeza ética realmente es un ejemplo que inspira a muchas otras personas a no abandonar sus ideales y no abandonar sus principios».
De acuerdo con Abrão, «monseñor Álvarez vive una situación de aislamiento y una situación de imposibilidad de ejercer sus labores religiosas, incluso de convivencia con sus seres queridos», por lo que estima que la comunidad internacional debe de rechazar «categóricamente estas formas bárbaras de exposición pública de personas presas políticas, como parte de la estrategia de limpieza de la imagen del país».
«Estamos todos muy sensibilizados con el uso de la imagen de monseñor Álvarez y debemos rechazar categóricamente esas formas inadecuadas e inaceptables que la dictadura de Nicaragua hace en contra de la vida y la libertad de monseñor Álvarez», expresó.
Abrão, quien estuvo en Matagalpa con la CIDH, el 20 de mayo de 2018, y que ha seguido de cerca la situación que vive Nicaragua denunciando además los abusos en contra de la Iglesia católica, se sumó a la demanda «urgente» de organismos defensores de derechos humanos para que sea liberado el obispo de Matagalpa.
Contrario a las afirmaciones del régimen Ortega Murillo, de que monseñor Álvarez está recluido en “condiciones preferenciales”, Abrão advirtió que la situación del prelado «solo estará buena cuando pueda tener todas las capacidades de ejercer sus derechos fundamentales sin represión, sin restricción y sin cualquier tipo de manipulación estatal».
El experto en derechos humanos refirió que desde el 2018 el régimen Ortega Murillo utiliza a todos los presos políticos como moneda de cambio, «ya sea para temas internos o internacionales», por lo que consideró que «mientras que la dictadura identifique que puede utilizar la imagen de monseñor Álvarez para hacer su política represiva, lo seguirá haciendo».
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También dijo que el Gobierno de Nicaragua está totalmente insensible frente a los llamados internacionales, incluso de líderes de la región que ya apelaron por la liberación de monseñor Álvarez, «inclusive, el propio papa Francisco, pero aun así no sensibilizaron».
«Nosotros sabemos de la crueldad del régimen, sabemos de su brutalidad y sabemos de toda su insensibilidad frente a la vida humana, entonces lo que nos corresponde es insistir por su liberación y no especular sobre qué espera el régimen para liberar a monseñor, porque no creo que Ortega esté esperando algo, sino que utiliza esa situación como forma de afirmar que tiene el control absoluto sobre el país (..) y reafirmando que son una autocracia dictatorial, absolutista, dentro de Nicaragua», consideró Abrão.
Monseñor Rolando Álvarez, de 57 años, está en cautiverio desde el 4 de agosto de 2022. El 10 de febrero de este año fue condenado sin juicio a 26 años de prisión, más la pérdida de su nacionalidad por supuesta conspiración a la patria.
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