Aunque el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene la prohibición a la Iglesia católica de realizar eventos masivos, incluyendo procesiones, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua invitaron a las familias nicaragüenses a que participen de las festividades marianas y navideñas y todas las demás expresiones de piedad popular.
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El mensaje es suscrito por los 7 obispos que quedan en el país, porque monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, este 25 de noviembre cumple 472 días en cautiverio, desde que fue forzado junto a otros sacerdotes, seminaristas y laicos, a un encierro en la Residencia Episcopal de Matagalpa.
Monseñor Álvarez estuvo 15 días allí, luego fue llevado a su casa en Managua, mientras que siete de sus acompañantes fueron encarcelados en El Chipote, procesados sin garantías y luego desterrados el 9 de febrero de este año a Estados Unidos. Desde esa misma fecha, el obispo de Matagalpa fue llevado a la cárcel La Modelo en Tipitapa, condenado un día después a 26 años y 4 meses de prisión por cargos inventados por el régimen Ortega Murillo.
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De él nada dice el Mensaje de Adviento de los obispos nicaragüenses con fecha de 24 de noviembre, tres días antes del cumpleaños 57 de monseñor Álvarez.
El documento señala que las familias nicaragüenses, como portadoras de la esperanza fortalecida en el nacimiento del Niño Jesús, deben cultivar los lazos de amor entre sus miembros.
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“… Les exhortamos a participar y aprovechar lo que la Iglesia nos ofrece para vivir este hermoso tiempo de Esperanza: La Eucaristía, la corona de adviento, la novena del Niño Dios, las posadas, el colocar pesebres en los hogares, celebrar la novena de la Purísima, la Virgen de Guadalupe y demás expresiones de piedad popular”, refiere parte del mensaje.
Transcribimos el Mensaje de Adviento de los obispos de Nicaragua:
MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE NICARAGUA
A todas nuestras familias
“Miren, el Señor Dios llega…
Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne
Toma en brazos los corderos y hace recordar a las madres (Is 40, 10-11)
Al acercase el tiempo del Adviento, que es la preparación para experimentar el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, con el calor de San José y la bienaventurada Virgen María; quisiéramos dirigir unas palabras a las familias nicaragüenses, siempre abiertas a la esperanza que se fortalece en el nacimiento del Niño Jesús.
Estamos convencidos que Dios nos ha regalado el Don de la vida (Cf. Gn 1, 26), que en cada familia toma identidad, imitando las virtudes domésticas de la Sagrada Familia de Nazaret. Por tal razón, las familias deben fortalecer los lazos de amor que unen a sus miembros, como peregrinos de Esperanza en la presencia del Señor. Cada discípulo debe redescubrir el llamado a florecer como testigo del Evangelio; dando buenos frutos de caridad, fraternidad y unidad, guiado por el Espíritu Santo que le lleva a experimentar la auténtica conversión a Jesús.
La familia como «iglesia doméstica», primera escuela de evangelización y fermento de valores morales, espirituales, humanos y ecológicos; debe redescubrir que hay virtudes que cada uno puede vivir desde el Señor, siendo testigos de Jesucristo: «Camino, Verdad y Vida» (Cf. Jn 14, 6).
Les animamos a que se sientan misioneros de Jesús, el Hijo amado que nos ha traído la salvación. Les exhortamos a participar y aprovechar lo que la Iglesia nos ofrece para vivir este hermoso tiempo de Esperanza: La Eucaristía, la corona de adviento, la novena del Niño Dios, las posadas, el colocar pesebres en los hogares, celebrar la novena de la Purísima, la Virgen de Guadalupe y demás expresiones de piedad popular.
Que la Sagrada Familia de Nazaret les conceda la alegría, la gracia y la paz en esta Navidad.
Dado en la sede de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, a los veinticuatro días del mes de noviembre del año del Señor 2023.
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