Yáder Valdivia tiene 30 años y es originario de la ciudad de Matagalpa, en el centro de Nicaragua. Como el mayor de tres hermanos, su vocación por la justicia social la gestó desde la infancia, incluso mostrado preocupación por las condiciones laborales de sus maestros y los malos salarios que recibían. Su historia es testimonio de compromiso con la equidad y la defensa de los derechos humanos.
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Nunca se creyó líder, pero Valdivia recuerda que, durante sus estudios de secundaria, defendía a sus compañeros de clase, y tras el bachillerato supo que debía estudiar la carrera de derecho. Lo hizo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León).
«Soy una persona que ama el derecho, desde secundaria; trataba de que siempre se hiciera justicia, y eso fue lo que me motivó a estudiar la carrera de Derecho (…) Según mis compañeros, he sido una persona con la que se puede confiar», cuenta Valdivia.
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En enero de 2018, Valdivia ingresó a trabajar en la filial en Matagalpa del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
«No había ninguna institución que no recibiera una denuncia de violación a un derecho, y la Policía, encargada de proteger a la ciudadanía, era la principal institución perpetradora de violaciones a los derechos humanos», refiere Valdivia.
Uno de los casos que recuerda con tristeza Valdivia sucedió en 2018, cuando una madre supo que el cuerpo de su hijo estaba en la morgue de Medicina Legal en Matagalpa. «Ver a esta madre que no creía que su hijo estaba muerto fue una de las situaciones que más me impactaron», sostuvo.
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También lo marcó el asesinato en la cárcel del preso político Eddy Montes Praslín —originario de Matagalpa— el 16 de mayo de 2019, en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, en Tipitapa.
Forzado al exilio
Valdivia señala que tuvo que salir de Nicaragua para evitar ser apresado o asesinado por su labor.
«El exilio fue algo que me impactó como persona y como defensor de derechos humanos. Verme como víctima, desplazado e indefenso, fue una de las cosas de las que más me costó recuperarme», afirma.
Valdivia es miembro fundador del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, creado junto a otros defensores de derechos humanos, exiliados en Costa Rica.
En la sede de esta organización, frente a un mural dedicado a las víctimas de la represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo en 2018, Valdivia reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos.
«Tengo mucho respeto y admiración por doña Vilma Núñez —directora del Cenidh— y por don Gonzalo Carrión —del Colectivo de Derechos Humanos— que lucharon contra una dictadura (la de Somoza) y ahora está enfrentando otra, la de Daniel Ortega», agregó.
— ¿Cuál es tu mayor temor?
— No poder regresar a Nicaragua
— ¿Tiene algún sueño?
— Sueño con la justicia de los casos que he documentado
— ¿Qué deporte te gusta?
— El béisbol, pero eso se perdió
— ¿Qué es lo que más te molesta?
— La injusticia y la desigualdad
— ¿Te gusta bromear?
— Soy muy bromista
— Tu comida y bebida favorita es:
— Arroz ala valenciana, la fritanga y el cacao
— ¿Amas a alguien?
— A mi familia, que la conforma mi esposa y mi hijo
— ¿El día o la noche?
— Me encanta la noche, porque da la oportunidad que ese silencio es necesario para estar conmigo mismo
— Messi o Cristiano Ronaldo
— Cristiano Ronaldo, el bicho
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