Darling Saraí Cruz Jirón lleva casi la mitad de sus 41 años vendiendo caramelos y frutas en una de las calles de la fresca Jinotega, al norte de Nicaragua. Los últimos días han sido particularmente notables para esta pequeña comerciante cuyas ventas han incrementado considerablemente, llevándola a exclamar con alegría: «¡Me ha ido súper bien!». Detrás de este éxito está la nicaragüense Sheynnis Palacios Cornejo, recién coronada Miss Universo 2023.
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Los compradores se acercan diciéndole que es famosa, porque ha circulado en redes sociales una publicación en la que —hace cinco años— Palacios Cornejo pedía ayuda para que sus seguidores compraran frutas, discos y frituras a Cruz Jirón, quien lamentaba las bajas ventas.
La noche en la que Palacios Cornejo se convirtió en la primera nicaragüense y centroamericana en ganar la corona de Miss Universo, el 18 de noviembre, Cruz Jirón y su hija Allison, de 16 años, estaban frente al televisor viendo el certamen. Cada avance de la representante de Nicaragua generaba emociones intensas. «Tenía el corazón de fuera, emocionadísima… No sabía si llorar, si gritar o reír», comparte en una entrevista a través de video llamada.
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Alegre por el triunfo de la nicaragüense, Cruz Jirón seguía sin recordar. En la mañana del lunes 20 habilitó los datos de internet en su celular y vio múltiples mensajes de amistades contándole de la publicación. Inicialmente, Cruz Jirón creyó que era una broma típica de los memes que inundan las redes, pero pronto confirmó que Shaynnis Palacios era la misma joven que, el 14 de noviembre de 2018, quiso ayudarle a impulsar las ventas.
“Ni me acordaba de esa foto. Tantos años de estar aquí y tanta gente que veo pasar por aquí, gente que viene y se va. No me imaginaba que ella guardaba esa foto, pues yo orgullosa y a la misma vez agradecida con ella”, expresa emocionada la pequeña comerciante de Jinotega.
Cruz Jirón recuerda a Shaynnis como una persona “humilde”, y aunque la conexión entre ambas fue casual, es una historia que destaca el gesto de apoyo de la ahora Miss Universo.
Pero es con Raquel Cornejo, la madre de Sheynnis, con quien más se identifica Cruz Jirón, “sin conocerla, porque sé qué difícil es ser madre y ver la necesidad de nuestros hijos… la felicito por ser una excelente madre”.
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Desde su negocio en la misma esquina donde Sheynnis la conoció en Jinotega, Cruz Jirón le aconseja que “cada meta que tenga en su cabeza, se la ponga primero a Dios… que siga adelante, que no se detenga, que sea siempre muy amistosa, respetuosa y amable, así como yo la conocí”.
La pequeña comerciante sonríe y agradece a Dios porque lunes y martes “me ha ido súper bien y creo que vamos a seguir así, como Miss Universo, con esa vibra, con entusiasmo. Tengo que vender”.
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