María del Carmen Solaris está contenta. Es mediodía y el sol pega inclemente, pero ella disfruta de un pan en una banca en el parque frente a la Iglesia de San Pedro, la puerta al hospital de las Obras Sociales del Santo Hermano Pedro en Antigua Guatemala, donde recién salió de una cita para valorar la cirugía que le practicaron en una rodilla.
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“Quedé perfectamente bien”, dice la mujer, contando que la cirugía la practicaron hace un año unos médicos canadienses y “hoy vine a la última cita, me vio el doctor y estoy requetebién, y le doy gracias a mi Dios y a estas Obras del Hermano Pedro, porque sí viene mucha gente y sí se cura”.
Obras Sociales del Santo Hermano Pedro (OSSHP) fue fundada y es administrada por la Orden Franciscana de Frailes Menores y es la obra de mayor magnitud en toda la Provincia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe, presente en Centroamérica, Panamá, Haití y República Dominicana, refiere Fray Jesús Humberto Gómez Sánchez, el director general.
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Fray Jesús es recordado en Nicaragua. Fue párroco de la Parroquia Inmaculado Corazón de María, Vicario General y luego Administrador Diocesano de la Diócesis de Matagalpa, cuando el entonces obispo, monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, fue nombrado arzobispo de Managua y luego, monseñor Jorge Solórzano Pérez, fue nombrado obispo de Matagalpa, en 2005.
En las OSSHP, dice Fray Jesús, cuidan a aproximadamente 440 niños y adultos con enfermedades degenerativas. Para ello, cuentan con al menos 350 enfermeros en el hospital y otras obras que impulsan en Antigua Guatemala, la cabecera del departamento de Sacatepéquez, en Guatemala. El personal en general es de más de 600 empleados.
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Cada año, cerca de 1200 médicos de Estados Unidos, Canadá y España y llegan como voluntarios al hospital de las OSSHP, pagando ellos mismos sus boletos de avión, hotel y alimentos.
El hospital tiene ocho quirófanos y hacen más de seis mil cirugías al año. “Ni siquiera un hospital nacional hace tantas operaciones”, dice Fray Jesús, indicando que “solamente cirugías del cerebro y del corazón no hacemos”.
Julia refiere que “de todos los pueblos vienen, porque aquí los operan y lo que uno gasta es su pasaje, pero aquí le ayudan a las personas, y salen sanados”.
María del Carmen elogia a los cirujanos que la operaron. Volverá sana al municipio de Chiquimulilla, departamento de Santa Rosa, donde vive.
Julia y María del Carmen conocen de la fama milagrosa del Santo Hermano Pedro, canonizado en 2002 por el entonces Papa Juan Pablo II, también santo.
En 1985, un niño de 5 años, enfermo de linfoma linfoblástico difuso, fue curado por el entonces Beato Hermano Pedro. Fue el milagro presentado en la causa de canonización por el postulador general, Fray Lucc de la Rosa, y el vicepostulador Fray Damián Muratori, el mismo que hasta hace meses era el vicepostulador de la causa de canonización del Siervo de Dios Fray Odorico D’ Andrea, el llamado Santo de San Rafael del Norte en Jinotega.
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