Los sacerdotes Iván Centeno, de la parroquia Inmaculada Concepción de María en Jalapa, departamento de Nueva Segovia; y Julio Ricardo Norori, de la Parroquia San Juan Evangelista de San Juan del Río Coco, ambos de la Diócesis de Estelí; así como el padre Cristóbal Gadea, de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, en el municipio El Cuá, de la Diócesis de Jinotega, habrían sido secuestrados por la Policía del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, este domingo 1 de octubre.
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Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien este 1 de octubre cumplió 423 días de cautiverio, es el Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, cuyos sacerdotes piden oraciones por el jerarca católico.
“De manera especial pedimos al pueblo santo de Dios en el mundo a seguir orando y denunciando la persecución escarnecida a la Iglesia católica en Nicaragua. En Nicaragua no se puede orar ni siquiera por los sacerdotes y obispos presos. El que lo haga lo llevan preso. Por eso es necesario unir esfuerzos de oración desde fuera y desde el corazón por esta iglesia perseguida”, publicó confirmando la noticia el sacerdote Erick Mauricio Díaz, de la Diócesis de Matagalpa, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos.
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Agregó: “La iglesia católica en esta nación pasa por uno de los perores momentos de su historia. Nunca había habido una persecución tan cruel como la que vive ahora por la dictadura comunista”.
El padre Erick también mencionó al sacerdote Erick Ramírez como uno de los religiosos que habían sido secuestrados por el régimen Ortega Murillo. Sin embargo, la Parroquia Cristo Rey en el municipio de Telpaneca, departamento de Madriz, avisaron que el padre Ramírez estaba «en perfectas condiciones» en la casa cural.
Versiones extraoficiales señalan la posibilidad de un cuarto sacerdote secuestrado, sin embargo, no ha sido verificada la identidad.
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