El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo acusó a la Universidad Centroamericana (UCA) de ser un “centro de terrorismo”, a lo que la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús reaccionó negando los señalamientos que fueron, además, causa de una marea de solidaridad de políticos y organizaciones nicaragüenses que ven en esta acción una estocada a la educación superior y a la libertad de pensamiento.
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La Compañía de Jesús respondió afirmando que son totalmente falsas e infundadas las graves acusaciones en contra de la Universidad Jesuita de Nicaragua contenidas en el oficio emitido por la Juez Décimo de Distrito Penal de Audiencias, Circunscripción Managua, el 15 de agosto del 2023, en el que se le califica como “Centro de terrorismo”, y se le imputa de haber “traicionado la confianza del pueblo nicaragüense” y de “haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige a las Instituciones de la Educación Superior del país”.
Los jesuitas agregan que “la confiscación de facto a la UCA es el precio por pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: La verdad los hará libres (Juan 8, 32)”.
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Remarcan que “no es un hecho aislado” y que forma parte de una serie de ataques injustificados en contra de la población nicaragüense y de otras instituciones educativas y sociales de la sociedad civil que están generando un clima de violencia e inseguridad y agudizando la crisis sociopolítica del país.
El matagalpino Félix Maradiaga, presidente de Fundación Libertad, en ocasión de las acusaciones de la dictadura a la UCA, calificó la acción del régimen como una acción muy grave que representa un golpe a la educación y la libertad de pensamiento en Nicaragua.
“Ya habemos varias personas y organizaciones que estamos trabajando en obtener el respaldo necesario para enfrentar esta difícil realidad. Hemos instado a la comunidad internacional, a los gobiernos, a las organizaciones de derechos humanos y a las personas comprometidas con la libertad y la educación a nivel hemisférico, a unirse a nuestro llamado de solidaridad y apoyo a la UCA. Necesitamos que la voz del mundo se levante en defensa de esta institución valiosa y en rechazo a los ataques injustificados de la dictadura Ortega Murillo”, afirmó Maradiaga.
El Partido Unión Democrática Renovadora (Unamos) condenó el “zarpazo” brutal contra la UCA, considerándola el “último bastión de pensamiento crítico y libertad de enseñanza en Nicaragua”, catalogó a la jueza que giró la acusación por terrorismo contra la UCA de “servil” y señaló que el daño que se ha hecho al país es inmenso.
Por su parte el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, emitió un comunicado en el que repudian lo actuado en contra de la UCA.
“Desde la semana pasada el régimen Ortega Murillo ordenó cerrar las cuentas bancarias de la UCA, tal como lo hizo con otras organizaciones educativas y de la sociedad civil a quienes acusó de lavado de dinero. Se trata de un robo a la comunidad universitaria y golpe definitivo a la educación superior en el país pues a la fecha son al menos 27 universidades las cerradas y confiscadas”, remarcó.
Consideraron que “el propósito es imponer un modelo de enseñanza y de pensamiento único, así́ como formas de organización que contribuyan a fortalecer las pretensiones hegemónicas de estatizar y de contribuir a la perpetuidad del poder para lo cual necesitan de una acción única. Es decir que no caben en esta sociedad vertical las iniciativas de una sociedad critica por eso la imponen en un contexto de sistemática represión y graves violaciones a los derechos humanos”.
En redes sociales exalumnos de la UCA reaccionaron cambiando sus fotos de perfil por el logo del Alma Mater y colocando lemas como “Soy UCA”, además de colocar fotos de sus títulos que los acreditas como profesionales de una de las universidades más prestigiosas del país.
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