La Diócesis de Jinotega, ubicada en el norte de Nicaragua, cuenta ahora con dos nuevos sacerdotes y dos diáconos transitorios, según informó la página de la Diócesis en su portal oficial.
Le puede interesar: Día de la Herencia nicaragüense, la celebración de los Marlins
La solemne actividad religiosa tuvo lugar el sábado 22 de julio del corriente año, en la parroquia San Rafael del Norte en el municipio del mismo nombre. Los nuevos sacerdotes son: los presbíteros Bismark Villagra y Fredis Moreira. También fueron ordenados diáconos transitorios Fredy Amador y Léster Ruiz.

La ordenación estuvo a cargo de monseñor Carlos Enrique Herrera, quien es el Obispo de esa Diócesis y también es el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, (CEN).
También puede leer: Régimen destierra a periodista de Radio Corporación
Dónde ejercerán su ministerio los nuevos consagrados tanto sacerdotal como diaconal, es una decisión que aún no ha tomado el Obispo, según nos confirmó una fuente cercana al alto jerarca católico.
“Anunciar la palabra sin miedo”
Durante su homilía, monseñor Herrera exhortó a los nuevos diáconos a tomar el ejemplo de San Esteban que, según la Biblia, fue martirizado por predicar la verdad.

“A ejemplo de San Esteban Mártir, que nos inspira a servir a todos con amor en medio de las dificultades, en medio de las incomprensiones, la Palabra de Dios, es Palabra de Dios y la que anunciamos y no debemos tener miedo de anunciar, hacerlo claro con caridad, con la humildad que Jesús nos enseña”, exhortó.
El alto jerarca católico también aconsejó a los nuevos sacerdotes a permanecer en plena comunión con el Obispo. “Cuando ejerzan su ministerio en función de Cristo pastor y cabeza de la iglesia, permanezca unido al Obispo y bajo su dirección, esfuércense en reunir a los fieles en una sola familia, de forma que en la unidad, se formen en el Espíritu Santo y por Cristo puedan conducirse al Padre”, aconsejó.
La Diócesis de Jinotega cuenta con un clero muy joven y buen número de seminaristas que estudian Filosofía, Teología y el Propedéutico (discernimiento o aspirantado), lo que supone una iglesia fuerte y pleno crecimiento vocacional.
La ordenación sacerdotal finalizó con “el besamanos”, rito donde toda la feligresía pasa a besar las manos de los nuevos consagrados. Este rito había sido suspendido en los últimos años por la pandemia del Covid-19. Vía Voces Unidas
Facebook Comments