Más de 60 personalidades de España y América Latina se solidarizan con la Iglesia católica en Nicaragua y exigen la liberación del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos y demás presos políticos.
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Desde abril de 2018 se ha recrudecido la violencia que el régimen Ortega-Murillo es capaz de cometer para mantenerse en el poder, y se ha evidenciado también lo que un pueblo organizado y consciente de su realidad es capaz de arriesgar para exigir democracia y justicia.
Como lo revela un informe de la ONU sobre Derechos Humanos en Nicaragua, el Régimen de Nicaragua es responsable de cometer crímenes de lesa humanidad, persecución política, tortura, detención arbitraria y asesinato de por lo menos 355 personas, instaurando un estado de terror generalizado que busca someter al pueblo.
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La comunidad cristiana es también víctima de dicha persecución y se ha intensificado desde 2018, encarcelando sacerdotes, asesinando monaguillos, expulsando y asediando a monjas y creyentes, ante la amenaza que supone atreverse a “no solo a denunciar la injusticia sino nombrando a los injustos, al estilo de Jesús”, como lo expresa un comunicado de un grupo teólogos, religiosos y periodistas católicos que se solidarizan con la Iglesia perseguida de Nicaragua.
Al respecto son categóricos al denunciar que “el cumplimiento de la misión profética ha chocado con la diplomacia exigida y esta misión ha repercutido en la libertad con que se permite vivir su fe”.
Frente a este panorama, la comunidad de religiosos expresa su solidaridad con los más de 40 líderes religiosos expulsados del país.
“Hoy nuestra especial solidaridad con la Diócesis de Matagalpa y Estelí, pastoreadas por Monseñor Rolando Álvarez, cuyo testimonio profético y coherencia evangélica debería servir de inspiración, ejemplo y modelo para todos sus hermanos en el episcopado”, comentan.
En dicho comunicado expresan su preocupación por la salud del Obispo Álvarez y por la salvaguarda del derecho a permanecer en su país, así como “la restitución de su nacionalidad y derechos civiles, así como el fin de la persecución y el asedio que sufren en este momento distintas congregaciones religiosas y entidades eclesiales”.
Además, se demanda la inmediata liberación de los más de 50 presos políticos que el régimen Ortega- Murillo mantiene en prisión actualmente.
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