El Grupo de Trabajo para Nicaragua presentó ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) una síntesis de la labor realizada desde 2018.
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Durante la presentación del informe, este miércoles 7 de junio, algunos de los representantes manifestaron su preocupación por que la crisis en Nicaragua sigue profundizándose y demandaron el cese a la represión y persecución que en 5 años ha dejado al menos 355 personas asesinadas, así como 2,090 encarcelados arbitrariamente, más de 2,000 heridos, millares de exiliados y más de 300 personas en situación de apatridia.
La representante de Canadá manifestó que la crisis sigue profundizándose por la sistemática represión de las autoridades y del Gobierno de Nicaragua para demoler las instituciones democráticas y denegar a sus ciudadanos sus fundamentales derechos civiles y políticos. También mencionó que son millares los nicaragüenses exiliados por la persecución, así como el encarcelamiento arbitrario e incluso mujeres que han sido sometidos a tratos que suponen torturas, así como la privación de la nacionalidad, el cierre de espacios cívicos, clausura de medios de comunicación y el ataque a la Iglesia Católica.
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Por su parte la representante de Costa Rica manifestó que la medida arbitraria del Gobierno de Nicaragua al dejar en situación de apatridia a centenares de nicaragüenses no tiene precedentes y el perjuicio se extiende a sus familiares e incluso a menores de edad. También reprochó el ataque a la Iglesia Católica, demandó el cese al asedio tanto a sacerdotes como a feligreses y abogó por la liberación de monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí.
El representante de Estados Unidos, en tanto, destacó el trabajo que realizó la OEA para la liberación de presos políticos en febrero pasado y manifestó que seguirán presionando al gobierno de Nicaragua incluso desde la OEA para que sustente su compromiso dentro de la Carta Democrática Interamericana y que restablezca las libertades civiles y la democracia para beneficio del pueblo nicaragüense. “Estados Unidos está listo para colaborar y a través de este grupo de trabajo podemos identificar pasos adicionales para mejorar la situación del pueblo nicaragüense”, dijo.
Mientras tanto el representante de Colombia manifestó su esperanza de que, aunque Nicaragua salga de la OEA, se continue trabajando en todos los foros disponibles por medio del diálogo y buena fe para mantener un espacio necesario de interlocución con Nicaragua.
El mandato del Grupo de Trabajo inició en agosto de 2018 y está conformado por representantes de 12 países. En virtud de este, el Grupo debe contribuir a la búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles, mediante consultas con el Gobierno de Nicaragua, con el fin de contribuir al diálogo nacional, en coordinación también con actores internacionales.
El Grupo de trabajo ha dado seguimiento a la crisis y han logrado que la Asamblea General de la OEA aprobara una Declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua y el Consejo Permanente ha aprobado 14 resoluciones.
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