El excarcelado político originario de Matagalpa, Félix Alejandro Maradiaga, recibió este 17 de mayo el Premio al Valor otorgado por la Cumbre por los Derechos Humanos y la Democracia en Ginebra, Suiza. El líder opositor dedicó el premio al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, encarcelado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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Maradiaga fue precandidato a la presidencia para los comicios de 2021, por lo que fue encarcelado durante 611 días por falsos cargos, hasta que el 9 de febrero de este año fue desterrado y enviado a Estados Unidos junto a otros 221 presos políticos, quienes además fueron despojados de la nacionalidad nicaragüense.
Ese mismo día, monseñor Álvarez se negó a ser desterrado y como venganza el régimen lo sentenció sin un juicio a 26 años y 4 meses de cárcel y lo mandó a encerrar a la cárcel conocida como La Modelo.
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«En Nicaragua, Monseñor Rolando Álvarez se encuentra bajo arresto arbitrario y sentenciado a 26 años de prisión. No conozco otro lugar en América Latina donde un líder de una comunidad religiosa sea encarcelado simplemente por ejercer su derecho al culto y por predicar la paz, la no violencia y la justicia desde el púlpito de su iglesia», dijo Maradiaga.
Durante su intervención Maradiaga propuso la creación de “un nuevo convenio internacional que eleve a la categoría de crimen contra la humanidad el encarcelamiento de personas inocentes por el simple hecho de expresar sus ideas, ejercer una opción política, profesar su fe o religión, o simplemente por pertenecer a un grupo étnico o demográfico”.
Maradiaga explicó cómo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha desmantelado gradualmente todos los derechos civiles y políticos y, como parte de su control absoluto del aparato estatal, ha declarado ilegales, cerrado, expulsado del país o expropiado a más de 3,150 organizaciones de la sociedad civil, incluyendo la Cruz Roja Nicaragüense, y más de 20 universidades.
Agregó que el arresto del Monseñor Álvarez es un ejemplo de la perversidad de una dictadura que, según el informe de las Naciones Unidas, ha sido clasificada como perpetradores de crímenes de lesa humanidad, y mencionó que en el país aún hay más de 40 presos políticos.
“Aprovecho la presencia de los distinguidos embajadores y jefes de misión acreditados aquí en Ginebra, para pedirles que utilicen sus buenos oficios para ayudarnos a liberar a estas personas injustamente encarceladas. La condición en la que se encuentran sólo puede ser clasificada como un secuestro”, sostuvo.
Maradiaga también pidió apoyar el trabajo continuo del Grupo de Expertos sobre Nicaragua, cuyo mandato ha sido extendido por dos años, evaluar la propuesta de declarar la ilegitimidad del régimen Ortega Murillo, dado que llegaron al poder sin ningún proceso electoral legítimo, e implementar las recomendaciones del Grupo de Expertos sobre Nicaragua, en particular en lo que respecta a cortar los canales financieros que apoyan al régimen opresivo.
También abogó por los miles de nicaragüenses que han sido desplazados por la fuerza y se han convertido en solicitantes de asilo en varios países de todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, Costa Rica, España y México. “Te ruego que aproveches tu influencia para que el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) tome acciones rápidas y significativas para aliviar el sufrimiento de mis compatriotas nicaragüenses atrapados en situaciones migratorias irregulares debido a la dictadura”, dijo.
El premio es otorgado por 25 organizaciones asociadas de la Cumbre de Ginebra.
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