Juan Francisco López Suárez, de 38 años, padre de tres niños, fue asesinado a balazos el sábado 15 de abril en Northridge, Los Ángeles, California, Estados Unidos, y hasta ahora su familia no ha podido repatriar el cuerpo, debido a que les faltan al menos 12,800 dólares para llevarlo hasta el barrio Guanuca, en Matagalpa, donde lo esperan su madre, sus hijos y su esposa.
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Karina López, hermana de Juan Francisco, también está en Estados Unidos, pero en San Francisco, mientras que su hermano estaba en Los Ángeles, donde vive otra de sus hermanas.
De acuerdo con Karina, Juan Francisco tenía seis meses de haber llegado a Estados Unidos y apenas había terminado de pagar la deuda que contrajo para poder viajar, pero desde hacía tres meses estaba sin un trabajo fijo, hasta que halló uno que consistía en borrar un grafiti de la parte trasera de una heladería, sin saber que se estaba exponiendo a la muerte, ya que el grafiti era una especie de huella en el territorio de una pandilla.
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Karina dice que cuando los medios locales llegaron, la persona que le había dado el trabajo a Juan Francisco dijo que él estaba de voluntario. También explica que el grupo de personas que estaban en el lugar no eran trabajadores, ya que su hermano iba a pintar el muro con un ayudante que logró salir ileso y que el otro señor que fue asesinado en el lugar al parecer solo se había detenido a mirar.
La familia de López no ha podido repatriar el cuerpo, no solo por los altos costos, sino por el desconocimiento de todos los trámites que tienen que realizar y, aunque han resuelto algunos, no saben exactamente cuántos tienen pendientes.
Cuenta que la cotización que realizaron es de 12,800 dólares, hasta ayer en la página habían logrado recaudar 4,955 dólares. Karina agradece a quienes han colaborado, pero continúan solicitando ayuda a través de la plataforma de GoFundMe, además pueden también llevar su colaboración donde su hermana que vive en el barrio Guanuca, del Ministerio del Trabajo media cuadra al oeste.
Karina dice que no contemplaron la cremación para el traslado, porque esperan que su mamá quien habita en el barrio Guanuca de Matagalpa, pueda ver el cuerpo de su hijo por última vez y ella junto a su hermana también esperan despedirse de él cuando ya esté en manos de la funeraria que lo trasladará a su país, por el momento se encuentra en la morgue y no lo pueden ver.
Otro caso
Wilfredo Calero es otro matagalpino que falleció en Estados Unidos y su familia solicita ayuda para poder traer su cuerpo a Nicaragua.
Eva Alonzo, hermana de Wilfredo, en sus redes sociales relata que su hermano viajó en noviembre de 2022 a Arizona en busca del sueño americano y el 8 de mayo sufrió un infarto en su trabajo. Él deja cuatro hijos y su esposa.
“Queremos darle el último adiós en su tierra que lo vio nacer y con su familia y amigos como se merece, para honrar su memoria y despedirnos por última vez”, dice Alonso en su página de Facebook.
La meta de la familia de Wilfredo es recolectar 20,000 dólares. En la página de la plataforma GoFundme habían recolectado 7,141 dólares y esperan llegar a la meta antes del 15 de mayo.
“Necesitamos recaudar aproximadamente 20,000 dólares que con la ayuda de Dios y la de todos nosotros lo vamos a lograr antes del 15 de mayo para poder realizar las gestiones pertinentes que esto conlleva”, dice Alonso.
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