Sacerdotes de la Diócesis de Matagalpa forzados al exilio concelebraron una misa en San José, Costa Rica, en ocasión de la tradicional Gritería nicaragüense, este 7 de diciembre, pidiendo la intercesión de la Virgen María por la paz y la justicia en Nicaragua.
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Durante la celebración, en la Parroquia Santa Ana del cantón de Santa Ana, en la capital costarricense, los sacerdotes exiliados también oraron por el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien está en cautiverio desde el 4 de agosto recién pasado, así como por los sacerdotes encarcelados, por todos los presos políticos, por los sacerdotes exiliados y por toda Nicaragua.
“Quise venir para acompañar este día a este pueblo de la diáspora de Nicaragua, especialmente en este tiempo mariano, que nos identifica este amor a la Madre, darles una palabra de esperanza, acompañarlos siempre”, comentó el padre Uriel Antonio Vallejos, párroco de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia en Sébaco, Matagalpa, quien se exilió en agosto pasado y estuvo en Europa, adonde volverá en los próximos días.
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En las intenciones de la misa, el padre Vallejos señaló que monseñor Álvarez estaba cumpliendo 28 años de vida sacerdotal, pero “la dictadura lo tiene en casa por cárcel”, y apuntó que “oramos por él, para que él sienta el rocío de la Madre, que tenga la fuerza espiritual para que un día pueda él salir y su voz profética siempre resuene en la patria”.
“Vamos a orar también por los hermanos sacerdotes que están en la cárcel, pedimos por ellos que están enfermos, oramos también por todos los presos políticos, por nuestras familias, por toda Nicaragua, por los sacerdotes también en el exilio, oramos por la libertad y pedimos al Señor por la conversión de los que dominan a Nicaragua, porque no son gobernantes”, añadió el padre Vallejos.
En la homilía de la misa, el padre Mangel Hernández, párroco de la Parroquia San Juan María Vianney en Matagalpa y exiliado desde finales de agosto, explicó a los fieles que la Virgen María es considerada por la Iglesia como la primera santa entre todos los santos, encontrando en ella muchas actitudes que imitar.
Al final de la misa, el padre Vallejos animó a los fieles a mantener la esperanza, indicando que en un día no muy lejano Nicaragua saldrá “del atolladero” en que se encuentra. También se refirió a la clase política, indicando que hay “malos sujetos”, incluso grupos que solo piensan en sus intereses y no en los de la nación.
Mientras que, en una entrevista después de la misa, el padre Vallejos aseguró que Nicaragua carece de líderes y “hoy que estoy en la diáspora veo que hay mucha división, como decimos como buen nicaragüense, todo mundo quiere morder el hueso, y no se organizan, no tienen esa capacidad organizativa porque ellos ven sus intereses, no ven el interés por amar a la patria…”.
El padre Vallejos también se refirió a los resultados de una reciente encuesta en la que señalan que supuestamente la Iglesia Católica ha perdido feligreses en Nicaragua, indicando que “hoy la iglesia nicaragüense ha crecido más que nunca, por el acompañamiento profético, por el acompañamiento, por estar con el pueblo, es cuando más vemos nosotros que los templos están rebasados”.
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