El padre Erick Mauricio Díaz Fernández, párroco de la Parroquia San José Obrero de El Tuma-La Dalia, Matagalpa, quien fue forzado al exilio por la persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua, se reunió con la comunidad nicaragüense en la Catedral San Pedro y San Pablo de Indianápolis, en Indiana, Estados Unidos, para orar por la Iglesia y el pueblo en Nicaragua.
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El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, así como todos los sacerdotes, seminaristas y laicos que permanecen cautivos en Nicaragua, estuvieron entre las intenciones de esa jornada de oración y adoración que incluyó una misa que presidió el sacerdote Michael O’Mara, párroco de la Parroquia Espíritu Santo en Indianápolis, invitado al evento al que asistieron miembros de la comunidad nicaragüense en esa ciudad.
«Muchos de ustedes, igual que yo, hemos salido de nuestra patria, pero nuestra patria nunca sale de nuestro corazón, siempre la llevamos en el corazón, y sabemos que nuestra patria nos necesita y una mejor forma de hacer patria es hacer oración por ella, de manera especial por quienes la necesitan», dijo el padre Erick después de la misa.
Señaló que monseñor Álvarez siempre tuvo en el corazón a los que tuvieron que salir de Nicaragua y “siempre les mandaba un mensaje de esperanza, de fortaleza… ahora presto mi voz a mi obispo para decirles, hermanos, no perdamos la esperanza, los cristianos no podemos perder la esperanza y él siempre decía que el que pierde la esperanza se auto sepulta…”.
La última palabra la tiene Jesucristo
Antes de la misa, en entrevista al programa Panorama Católico, el padre Erick enfatizó que la fuerza de los cristianos está en la oración y aunque en estos momentos la situación de Nicaragua parece no tener salida, la última palabra la tiene Jesucristo.
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“Dios siempre escribe recto en renglones torcidos y, si Dios me ha permitido venir hasta acá, es por alguna razón, estoy acá para acompañar a esta gran comunidad nicaragüense, y hoy nos hemos reunido, como cristianos sabemos que la oración es nuestra fuerza, la oración es la que nos motiva siempre a seguir adelante y a no perder la esperanza. La situación de Nicaragua es muy caótica y donde no vemos, humanamente hablando, una luz, pero sabemos que la última palabra siempre la tiene Jesucristo”, dice el sacerdote, quien tuvo que salir del país en agosto pasado por veredas, luego que “un buen Nicodemo” le aviso que iban a apresarlo.
El padre Erick recordó que monseñor Álvarez, quien también es administrador apostólico, de la Diócesis de Estelí, se encuentra en cautiverio desde el 4 de agosto, cuando fue forzado por la Policía, primero a un encierro de 15 días en la Residencia Episcopal de Matagalpa y luego, dese la madrugada del 19 de agosto, bajo la ilegal figura de “resguardo domiciliar” en casa de su familia en Managua.
Proceso «amañado», dice Padre Erick
Hasta ahora no ha habido acusación contra el obispo, aunque la Policía dice que lo investiga porque supuestamente estaba organizando “grupos violentos”.
Mientras que tres sacerdotes, un diácono, dos seminaristas y un camarógrafo están presos en El Chipote, la cárcel de la Policía en Managua, a quienes les fue programado un juicio “oral y público” para el 1 de diciembre próximo.
Sobre ese proceso, el padre Erick consideró que es “amañado” y que “todo el pueblo, todos sabemos que eso está controlado, pero no perdemos la esperanza, como cristianos tenemos la fuerza en la oración y continuamos en oración, no solo acá, sino en otros países”.
Iglesia perseguida
El padre Erick dice que acompañará a la comunidad nicaragüense exiliada y que su misión ahora, desde el exilio, siempre será anunciar la palabra de Dios, “así como los profetas anunciaron la esperanza, el Evangelio y la fortaleza al pueblo de Israel en el exilio, allá en Babilonia, igualmente así será mi misión, siempre será anunciarles la esperanza a los que están fuera”.
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En cuanto a la escalada de la persecución a la Iglesia Católica, el joven sacerdote recuerda que la Iglesia, desde su fundación, ha sido perseguida.
El jueves 13 de octubre recién pasado fue detenido el padre Enrique Martínez, párroco de la Parroquia Santa Martha en Managua.
La Iglesia, consideró el padre Erick, “siempre ha sido perseguida, (y) eso nos demuestra que esta es la verdadera Iglesia, porque si no, no fuéramos la iglesia de Jesucristo, nadie nos persiguiera, estuviéramos tranquilos, Jesucristo fue el primero que persiguieron hasta matarlo, Él mismo dice en su Evangelio, ‘si eso hacen con el leño verde, qué no harán con el seco’, en todos los tiempos la Iglesia ha sido perseguida, eso nos confirma que vamos por el buen camino”.
Algunos sectores han criticado el silencio de algunos obispos y del mismo Papa Francisco ante la situación que vive la Iglesia Católica en Nicaragua, el padre Erick indica que la Iglesia siempre está trabajando para encontrar una solución, ya sea desde la oración o desde los canales diplomáticos.
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