El padre Uriel Antonio Vallejos presidió una misa pidiendo por la Iglesia y la paz en Nicaragua, en la Capilla de las Apariciones –el corazón del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima– en Fátima, Portugal. La ceremonia fue en la madrugada de este sábado 17 de septiembre, todavía noche del viernes 16 en Nicaragua.
Además, al pie de la imagen original de Nuestra Señora de Fátima, en un pedestal que marca el sitio exacto donde estaba la encina sobre la cual sucedieron las apariciones de la Virgen María, el padre Vallejos ofreció la misa por los encarcelados injustamente en Nicaragua, incluyendo al obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien lleva casi un mes y medio en cautiverio.
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Los sacerdotes Sadiel Eugarrios, José Luis Díaz y Ramiro Tijerino, así como el diácono Raúl González Vega, los seminaristas Darvin Leiva y Melkin Sequeira; el camarógrafo Sergio Cárdenas Flores, quienes fueron forzados por la Policía a un encierro de 15 días con monseñor Álvarez en la Residencia Episcopal de Matagalpa y luego llevados a El Chipote, donde permanecen desde el 19 de agosto, también estuvieron en los ruegos del sacerdote Vallejos en el Santuario de Fátima.
Incluyó también peticiones por el padre Óscar Danilo Benavidez Dávila, a quien la Policía apresó el 14 de agosto en Mulukukú, Caribe Norte; y por los sacerdotes José Leonardo Urbina Rodríguez y Manuel Salvador García Rodríguez, estos últimos de la Diócesis de Granada.
Pero, el religioso también dio gracias a Dios porque este 17 de septiembre cumple 11 años de ordenación sacerdotal, lo que calificó como «un día tan especial para mi vida».
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«Oro por mi familia, por todas las familias, especialmente quiero poner en las manos de Ella la comunidad parroquial que se me confió en la ciudad de Sébaco, Matagalpa, Nicaragua, la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia, pidiendo al Señor por sus feligreses, especialmente la ciudad de Sébaco», dijo el padre Vallejos.
Posteriormente, en la homilía, el padre Vallejos clamó por la intercesión de la Virgen «para que el Señor nos de esa paz, para que vivamos como verdaderos hermanos, y específicamente orar por nuestra patria Nicaragua para que reine la paz, la justicia y que Ella siempre nos ayude a salir de esta crisis tan difícil en que se encuentra el país».
«Orar también al Señor por todos los hermanos que se han encomendado a nuestras oraciones en este lugar, especialmente por los sacerdotes que hemos dejado el país, Nicaragua, para aquellos hermanos que están tristes, también migrantes, pidiendo al Señor por ellos, que la Madre siempre les acompañe en estos momentos de prueba, y que a la luz del Evangelio, de la Palabra que es Jesucristo, también Ella nos acompañe en este caminar. Que María, Reina de la paz interceda por el mundo, y especialmente por nuestra Patria Nicaragua, así sea», agregó.
La Capilla de las Apariciones en Fátima fue construida en 1919 para señalar el lugar exacto donde los niños Lucía dos Santos, Francisco y Jacinta Marto dijeron haber presenciado las famosas apariciones marianas, que tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
El padre Vallejos está claro de que en Nicaragua estuviera preso o muerto. El titular de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia en la ciudad de Sébaco, departamento de Matagalpa, fue forzado al exilio, desde donde reveló que atendió a paramilitares que, en lecho de muerte, pidieron perdón porque quisieron matar al obispo Álvarez y también a él.
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En una entrevista exclusiva presentada en partes por Mosaico CSI, el padre Vallejos contó que fue forzado por la Policía a un encierro durante más de 72 horas en la casa cural de la parroquia que atendía en Sébaco y después en un seminario en Managua, tuvo que salir por veredas de Nicaragua; aseguró que “a la Iglesia nunca la van a callar”; y hasta contó que quien dirigía el asedio policial en su contra, el subdirector de la Policía, comisionado general Ramón Avellán, le pidió la bendición.
El padre Vallejos, de 44 años, fue administrador del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima en Managua y en 2013 prestó servicios en la Diócesis de Jinotega, donde fungió además como director de Cáritas Diocesanas y en 2014 fue el director nacional de esa organización.
En 2016 llegó a prestar servicios a la Diócesis de Matagalpa, como administrador de la Parroquia San Juan Pablo II en la Villa Chagüitillo, en Sébaco y desde entonces presta servicios en ese municipio, donde después fue nombrado párroco de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia.
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