El padre Uriel Antonio Vallejos está claro de que en Nicaragua estuviera preso o muerto. El titular de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia en la ciudad de Sébaco, departamento de Matagalpa, fue forzado al exilio, desde donde reveló que atendió a paramilitares que, en lecho de muerte, pidieron perdón porque quisieron matar al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, y a él también.
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La Policía mantiene cautivo al obispo Álvarez desde el 4 de agosto recién pasado, forzándolo a un encierro durante 15 días en la Residencia Episcopal de Matagalpa y, posteriormente, desde el 19 de agosto, lo mantiene encerrado, bajo custodia policial y sin acceso a celular e internet, en la casa de familiares del jerarca católico en Managua.
Otros tres sacerdotes, un diácono, dos seminaristas y un reportero gráfico, quienes fueron encerrados con el obispo en Matagalpa, fueron llevados el 19 de agosto a El Chipote, la tenebrosa cárcel de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía en Managua.
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Antes, el padre Vallejos fue forzado por la Policía a encerrarse en la Casa Cural de la parroquia que atendía en Sébaco, y pasar con algunos colaboradores solo con agua, pan y yogur, mientras la Policía desplegó una exorbitante cantidad de agentes, incluyendo a unos con uniformes grises, desde la tarde del 1 de agosto hasta en la madrugada del 4 de agosto, cuando decidieron llevarlo a un Seminario en Managua.
Intención era llevarlo a El Chipote
El pretexto fue el cierre de la Radio Católica de Sébaco. El padre Vallejos afirma que la intención de la Policía “no solo era llevarse los equipos de la radio, sino que era llevarme preso a El Chipote”.
“Hoy que me veo obligado a exiliarme, nos damos cuenta de lo malo que son ellos y los adeptos también que hay, que están enfermos. Algunas personas se han convertido, porque yo mismo he atendido a paramilitares… les di la santa unción y ellos expresaron que están arrepentidos por haber hecho eso a la Iglesia, y haber tenido esa intención de matar al obispo (Álvarez Lagos) y a mi persona”, reveló el padre Vallejos en una amplia entrevista exclusiva con Mosaico CSI, presentada en varias partes.
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El religioso señala que esa experiencia con los paramilitares “son cosas que uno lo tiene que dar a reflexionar como yo lo compartí en varios momentos, en charlas, y pienso que ellos deben de poner sus pies en la tierra, porque también no son eternos, un día van a morir, van a entregar su vida, tienen su familia, sus generaciones, y deberían de pensar en ellos”.
La Iglesia siempre perdonará, dice el padre Vallejos
“La Iglesia siempre perdonará, la Iglesia siempre le celebrará el funeral a sus enemigos y la Iglesia siempre sigue siendo Iglesia porque es la Iglesia de Cristo. Nosotros somos pobres humanos pecadores, pero, eso sí, que cuando tenemos ese sentido común, tenemos ese ímpetu, esa fuerza que nos lleva a ver el otro, al hermano, pues uno dice ‘vale la pena’, porque tiene la fuerza del Señor”, continuó el padre Vallejos.
El sacerdote ha sido un fuerte crítico de las injusticias. En 2014, cuando fue director nacional de Cáritas Nicaragua, denunció que en varias ocasiones fueron retenidas donaciones provenientes de Estados Unidos y reportó pérdidas de hasta 18 millones de dólares en productos. Desde entonces, ha sido asediado.
“Yo nunca me imaginé, siempre pensamos en esto de la persecución (en contra) de la Iglesia y estamos preparados; pero, de esa forma con que están tratando a la Iglesia nunca nos imaginamos los nicaragüenses, pero pagarán sus consecuencias, hay un castigo divino que vendrá sobre ellos y ay de aquellos que persiguen a la Iglesia, pobre de ellos, que al final se mirarán en aprietos”, dijo el padre Vallejos.
Además, alentó a la diáspora a mantener esperanzas y la confianza en Dios, porque “todo poder caduca”.
Señaló que “la iglesia siempre caminará, y debemos de orar y estar unidos más que nunca, porque el régimen se basa en eso, en la frágil unidad que puede tener la población. Pero, yo les invito a ser más unidos que nunca, dejar sus creo, religión, y ver, tener un horizonte bien trazado por el bien de la nación”.
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