La Policía mantenía al sacerdote Uriel Antonio Vallejos en un encierro forzado en Managua; sin embargo, el religioso, que prestaba servicio en la ciudad de Sébaco, Matagalpa, logró evadir a los agentes que lo vigilaban, hasta que salió por veredas de Nicaragua, en una experiencia que calificó como “traumática”, aunque necesaria para salvar su vida.
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“Salir así es traumático. Es una condición inhumana, pero lo tuve que hacer para salvaguardar mi vida”, asegura el padre Vallejos, quien enfrentó diferentes ataques y actos de persecución en su contra y en contra de la Iglesia en Nicaragua.
Antes de salir del país, Vallejos, de 44 años, estuvo en un encierro forzado durante más de 72 horas junto a algunos laicos colaboradores en la Casa Cural de la Parroquia Jesús de la Divina Misericordia en Sébaco, justo después de que el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) ordenara el cierre de la Radio Católica de Sébaco y otras emisoras administradas por distintas parroquias en la Diócesis de Matagalpa.
Solo dos mudadas
Caminando por zonas fangosas, y con el temor de ser interceptado por militares o policías, el Padre Vallejos dice que “me vine solo con dos mudadas, nada más, y en un momento, en el camino, tuve que quitarme la camisa… a la buena de Dios, como decimos, como todo nicaragüense, como todo migrante”.
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“Ahí verán las fotos y video, pues que son reales, y pues es una realidad muy dura, experimentar, vivir en carne propia lo que muchos nicaragüenses están viviendo, no es que me lo estén contando, sino que yo lo he vivido en carne propia”, agregó el religioso.
Este domingo 4 de septiembre, el padre Vallejos tuiteó confirmando su exilio.
¡Adios Nicaragua mía! «me duele respirar en el país fachada» pic.twitter.com/mAGsPUZiBI
— Pbro Uriel Vallejos (@pbrourielv) September 4, 2022
El encierro al padre Vallejos
La tarde del 1 de agosto reciente, funcionarios de Telcor acompañados por policías llegaron a la Radio Católica de Sébaco. El padre Vallejos hizo repicar las campanas en señal de alarma y a través de una transmisión en Facebook llamó a la población a que “no me dejen solo”.
Pero, la Policía respondió con un inmenso despliegue que incluyó a hombres con uniformes color gris, y con violencia irrumpió a la Capilla del Niño Jesús de Praga, la Sacristía, el área de la cocina en la Casa Cural y también en el Colegio San Luis Gonzaga.
Hasta improvisaron un baño a la orilla de la Sacristía y consumieron de lo que había en la despensa; mientras, el padre Vallejos y un grupo de colaboradores permanecían encerrados con solo pan, agua y yogurt para alimentarse.
La Policía, por supuesta orden de Rosario Murillo, obligó a que el padre Vallejos fuera encerrado en el Seminario de Fátima en Managua, prohibiéndole además que regresara a cualquier parroquia de la Diócesis de Matagalpa. El traslado sucedió cerca de la 1:00 a.m. del 4 de agosto. Horas después, la Policía encerró al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, junto a 5 sacerdotes, dos seminaristas, dos músicos y dos reporteros gráficos en la Residencia Episcopal de Matagalpa.
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Vallejos cumplirá 11 años de ordenación sacerdotal este 17 de septiembre y prestaba servicios en Sébaco desde el 25 de septiembre de 2016, cuando monseñor Álvarez lo nombró Administrador Parroquial de la Parroquia San Juan Pablo II en la Villa Chagüitillo.
En Sébaco también fue director del Asilo de Ancianos San Francisco de Asís, director del Colegio Parroquial San Luis Gonzaga y director de la Radio Católica y el Canal Católico de Sébaco.
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