El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, dijo desconocer por qué lo investiga la Policía y, aunque sigue encerrado con otros sacerdotes y feligreses en la Residencia Episcopal en Matagalpa, están con “la paz en el corazón y la alegría que el Resucitado nos da”. Además, afirmó que “los poderes de este mundo siempre pasan”.
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Al mediodía de este sábado 6 de agosto, monseñor Álvarez celebró una misa en la capilla de la Residencia Episcopal que continúa rodeada por un descomunal despliegue policial.
“Como todos ustedes saben, ayer salió ese comunicado de la Policía en el que básicamente hemos leído dos cosas: primero, que estoy siendo investigado. Bien, no sé de qué, pero, pues ellos estarán haciendo sus propias conjeturas; y segundo, pues, que formalmente han dicho que tenemos casa por cárcel”, dijo el obispo en la homilía.
Agregó: “Nosotros aquí estamos, reunidos y retenidos, y estamos siempre con la fuerza interior y la paz en el corazón y la alegría que el Resucitado nos da, la alegría de aquel que nos dice: ‘ánimo, soy yo, no tengan miedo’. Recuerden, amadísimos hermanos, el miedo paraliza, la desesperanza auto sepulta y el odio, pues es la muerte del corazón. Al odio se le responde con el amor, a la desesperanza con la esperanza viva, y al miedo con la fortaleza y la valentía que nos da el Cristo glorioso y resucitado, el Cristo de la Iglesia”.
Monseñor Álvarez agradeció a “millones de hermanos que, a través de las redes (sociales) se han manifestado en la cercanía a nosotros, queremos agradecer nuevamente a los medios de comunicación nacionales e internacionales, a los portales digitales, queremos agradecer tanta oración, ayuno, adoración, rezos del Santo Rosario, de la Divina Misericordia, ese doblar rodillas de nuestro pueblo fiel, la buena voluntad de los no creyentes, de los agnósticos, de los escépticos y la fraternidad y hermandad de nuestros hermanos no católicos, gracias a todos. Estamos pendientes de ustedes y ustedes sigan pendientes de nosotros”.
Obispo agradece solidaridad
El obispo de Matagalpa agradeció además al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y a las Conferencias Episcopales de Honduras y Costa Rica, que se han pronunciado oficialmente en solidaridad y cercanía.
“Tanto agradecimiento que debemos hacer a tantos obispos, hermanos de uno y otro lugar que, a través de alguna declaración, de alguna homilía, de algún vídeo, de algún mensajito, de algún tuit, de alguna llamadita, nos han hecho sentir su presencia cercana, su presencia de hermanos, su presencia de amigos, el Señor siga bendiciéndonos, guardándonos en su corazón y santificándonos en su paz, así sea”, dijo el obispo.
Monseñor Álvarez, sin embargo, comenzó su mensaje con la proclamación que la Iglesia hace en la fiesta de la Transfiguración del Señor, celebrada este sábado 6 de agosto: “Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno y su reino jamás será destruido”.
“Su poder nunca se acabará, porque es un poder externo y su reino jamás será destruido. Los poderes temporales, los poderes de este mundo siempre pasan, todo pasa, solo Dios es eterno”, continuó el obispo que además es Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí.
Además, recordó la promesa de Jesús a Pedro: “Tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no podrán, no prevalecerán contra ella, porque, como hemos dicho, amadísimos hermanos y hermanas, la Iglesia, aunque formada por hombres pecadores como nosotros, es de origen sobrenatural, es de origen divino, es la Iglesia, ciertamente, que pasa por la Cruz, ‘el que no toma su cruz y me sigue, no puede ser discípulo mío, el que busca su vida la perderá, y el que la pierda por mí causa la ganará’; estamos conscientes, por la gracia del Divino Espíritu, que la iglesia debe pasar inexorablemente, indispensablemente, por la Cruz, pero también profesamos que esa Cruz es la que lleva a la resurrección”.
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