Apoyándose en muletas, porque anda un pie enyesado, Saúl Antonio González esquiva huecos y avanza por el deteriorado puente colgante peatonal entre el barrio Lucidia Mantilla y el sector conocido como Santa Inés, en la salida suroeste de la ciudad de Matagalpa, hacia Sébaco.
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El puente también sirve a pobladores del barrio Sor María Romero, apunta González, indicando que se trata de una obra que amerita reparación.
Teófila del Carmen Pérez acusa que el puente ha sido dañado por personas que cruzan en motocicletas, “y ese puente no es para que los que pasan en moto se tiren por allí…”.
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Agrega la mujer que ella pasa despacio por el puente “porque me da miedo meter el pie (en uno de los huecos) y quebrarme el pie, o tal vez que en lo que uno se pare en la madera se quiebre y uno vaya a caer al río”.
Por su parte, Jonathan González considera que los mismos habitantes del sector “igual no ayudan tampoco, porque en cuanto uno compone se la llevan (la madera), pero el peligro aquí, si se fija en la malla, eso está arrancado y transita mucho niño por aquí, para ir a clase, la gente que va a trabajar, entonces el peligro se corre diario”.
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Crescencio Artola señala que las autoridades municipales no han puesto atención a la problemática del puente.
Otro aspecto que señalan los habitantes del barrio Lucidia Mantilla es que en el lugar tampoco hay alumbrado público, lo que incrementa el riesgo para quienes deben cruzar durante la noche o madrugadas.
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