Los eventos son múltiples y frecuentes en el Paseo San Juan Pablo II, al costado sur de la Catedral San Pedro Apóstol en el centro histórico de la ciudad de Matagalpa. Ferias con cualquier nombre, festivales, exhibiciones deportivas, certámenes de belleza, conciertos, entre otros eventos en los que siempre reproducen música a alto volumen, lo que, además de importunar las misas y celebraciones religiosas, también pone en peligro la estructura del principal templo católico de la Diócesis de Matagalpa.
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Matagalpa cuenta, desde 2018, con un parque de ferias en el sector de Waswalí, a unos 4 kilómetros al suroeste de la ciudad. La idea de la Municipalidad era evitar el cierre de calles en el centro de la ciudad y favorecer el crecimiento urbano sobre la ruta a Sébaco. Pero, al contrario, el Paseo San Juan Pablo II ha sido usado como local de ferias.
La Arquitecta Aleysis Osegueda explica que la construcción de la Catedral de Matagalpa no tiene soporte de hierro ni concreto, los cuales son materiales que ayudan a que una edificación soporte el peso o eventos exteriores como sismos, vientos fuertes u otras cargas que puedan afectar la edificación.
“La Catedral está construida con un piedra local que antiguamente se le llamaba piedra de gradilla, muy similar a la piedra cantera, pero más resistente, más fina y más grande, se extraía localmente (…), son piedras grandes y la estructura no posee ningún átomo de hierro, ni de concreto, ni de cemento, ella (la iglesia) fue hecha con estas piedras que son de un metro de ancho por hasta dos metros de largo y que se iban colocando en mampuesto, es decir, una sobre otra y pegadas entre sí por medio de una argamasa que es tierra y clara de huevos”, explica la arquitecta, quien agrega que el soporte de la misma es por estabilidad geométrica, por lo cual las vibraciones de sonidos fuertes, golpes fuertes o sismos, pueden ir afectando poco a poco la edificación.

“Cuando se colocan parlantes, altavoces y ese tipo de cosas alrededor de la Catedral, no es que la va a botar inmediatamente, pero la va debilitando porque la vibración hace que la estructura se mueva. Al no tener hierro que la sostenga, va haciendo que el suelo se mueva y la estructura se mueva, eso puede afectar, llevar a hundimientos”, dijo Osegueda, quien en el 2006 trabajó en la restauración del principal templo católico de Matagalpa.
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La arquitecta explicó que en ese momento se hizo una restauración completa, porque se estaban presentando muchas fisuras en las bóvedas y en las torres, las cuales estaban por colapsar, especialmente la torre norte, donde están las campanas. Sin embargo, estos daños según la arquitecta se debieron a razones propiamente de errores en la construcción, ya que se hizo con un juego de planos que erróneamente vino a Matagalpa, ya que este era un diseño para una Catedral de una ciudad de Chile y no para Nicaragua.
“Era un diseño de una catedral muy grande y, cuando llegaron las personas que tomaban decisiones, dijeron que era demasiado grande para una ciudad tan chiquita y se redujo el tamaño, pero sin criterio técnico, no hubo un ingeniero estructural que determinara cómo hacer los cambios y que estructuralmente no afectara y si hubo afectación, porque no se hizo bajo el criterio técnico”, dice la experta.
En el día de San Pedro Apóstol, el 29 de junio de 1874, en ceremonia solemne fue colocada la primera piedra de la actual Catedral San Pedro Apóstol de la ciudad de Matagalpa, uno de los más suntuosos edificios del país.
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Osegueda añade que la Catedral tiene un peso fuerte en el costado oeste, por el peso de las bóvedas y la topografía del terreno que va en declive hacia el costado oeste, donde están las torres, “eso hace que el peso del costado este se jale hacia el oeste y afecte más el área donde están las torres y el suelo estaba socavado, eso hizo que las torres se estuvieran hundiendo (..), tocó hacer un trabajo de refuerzo que amarrara las paredes de las torres, eso implica que hay que cuidarlo”.
La arquitecta recuerda que la Catedral es Patrimonio Histórico Cultural de la Nación lo cual la hace que sea una obra de protección, que tiene que cuidarse, ya que si sucede algo no se puede construir nuevamente, tanto por el costo como por el tipo de construcción que sería imposible hacerlo.

El 12 de septiembre de 2006, el Concejo de Matagalpa, que presidía el entonces alcalde Nelson Artola Escobar, por unanimidad aprobó la Resolución número 120906-47, declarando la Catedral de Matagalpa como Patrimonio Histórico y Cultural del Municipio, considerando entre otras cosas que en ese momento “la infraestructura de esta importante obra arquitectónica presenta deterioro, sobre todo en sus bases, causando agrietamientos en las paredes, por lo que se hace necesario el apoyo del Estado, organizaciones no gubernamentales, países amigos y población en general, con la finalidad de realizar obras de restauración, conservación y preservación de la estructura arquitectónica”.
Un año más tarde, en septiembre de 2007, la Asamblea Nacional aprobó la declaración de la Catedral de Matagalpa como Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación, ordenando la designación de partidas presupuestarias anuales para el mantenimiento y conservación del edificio.
Osegueda indicó que el cuido respecto al ruido alto debe evitarse tanto a lo interno como a nivel externo. “Seamos católicos o no, es un Patrimonio Nacional, sin credo ni raza, todos tenemos la responsabilidad de cuidarla y más aún las autoridades que son las que tienen la responsabilidad de velar para que esos daños no ocurran. Es lamentable que no se cuide el patrimonio, Matagalpa es una ciudad relativamente nueva (…) tiene poco patrimonio histórico y lo poco que hay, hay que cuidarlo y conservarlo”, enfatizó.
Por su parte monseñor Rolando José Álvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, recordó que cuando construyeron el Paseo San Juan Pablo II conversó con el alcalde y acordaron mantener libre la plazoleta y que solamente sería para que las familias se recrearan, sin poner ningún tipo de negocios y sin realizar eventos, lo cual se cumplió por algunos años.
“Incluso tuvieron la gentileza de darnos a nosotros la administración del paseo San Juan Pablo II, pero después del 2018, eso no se ha cumplido, y no tenemos comunicación directa con la Alcaldía y no podemos platicar sobre esos temas, en algunas ocasiones hemos tocado las puertas de autoridades municipales para que se evite que alrededor de catedral se pongan negocios, porque la Catedral no es solamente un símbolo religioso, sino que recuerden que es un símbolo de la cultura de la identidad de Matagalpa”, dijo monseñor Álvarez recientemente al ser consultado sobre el tema.
El Obispo también lamenta que hayan querido construir un edificio que de ser terminada su construcción afectaría la panorámica de la Catedral, por lo cual hizo un llamado a la reflexión a quienes sean los dueños para que no terminen de construirlo.
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