“Me encanta venir al rincón de cuentos, cuando vengo leo mucho, porque me encanta leer, aparte de eso, me distraigo mucho leyendo cosas risibles y me encanta venir. Me gusta tener el rincón de cuentos, porque cuando estoy triste leo un libro, me río mucho”. Es parte de lo que Fernanda, de 7 años, escribió en el cuaderno “Expreso lo que quiero y siento del rincón de cuentos”, quien después de sus clases en la escuela llega al rincón para leer, dibujar o escuchar las historias que Litzy les lee en voz alta para llamar su atención hacia la lectura.
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Litzy Cornejo es facilitadora y promotora de lectura en el Rincón de Cuentos en el municipio de Santa María de Pantasma, departamento de Jinotega. Ella cada día abre el rincón y ordena en dos pequeñas mesas redondas los libros, de manera que los colores e ilustraciones llamen la atención de los niños y un día a la semana visita escuelas cercanas para contar cuentos e invitar a los niños a que lleguen al rincón donde encontraran cientos de historias divertidas.
Rosa, de 8 años, expresa en el mismo cuaderno con su puño y letra que le gusta el rincón porque aprende a leer y además indica que sus libros favoritos son: Estaba el señor don gato; Pedro es una pizza; y se despide dibujando un corazón con la leyenda, “Rincón de cuento te amo, eres el mejor”.
Experiencias en el rincón de cuentos
Así, muchos de los niños que llegan al rincón, narran o dibujan lo que sienten cuando leen, o sencillamente narran lo que les gusta de su cuento favorito.
Cornejo señala que si bien es cierto en las escuelas se promueve la lectura, los niños a veces se cohíben, porque temen no hacerlo bien, mientras que en los rincones no hay presión sino saben leer, si leen mal, es más, no tienen que saber leer para visitar este lugar, ya que hay libros silentes que son libros que solo tienen imágenes, diseñados para niños que no saben leer y con las ilustraciones se van creando las historias, “las imágenes le dicen todo, ellos tienen mucha imaginación”.
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A los niños les encanta que les lean en voz alta y para ello, según Cornejo, hay técnicas que se pueden emplear para mantener la atención de los niños, y explica que una de ellas es tener en cuenta un antes, un durante y un después. “Primero se hace como una presentación del libro, el título, hablar del libro pero sin contarles el cuento, por ejemplo el libro del Estofado del lobo, empezar preguntando, ¿saben que es un estofado?, ¿de qué creen que trate este libro?, y se les muestra la imagen, luego le va contando el cuento y se van haciendo preguntas sobre que creen que va a pasar, así se mantienen atentos, después al final se pregunta si les gustó, qué si creían que ese era el final o su opinión, eso es muy diferente a la escuela donde les preguntan sobre moralejas u otros aprendizajes, porque lo importante es que cuando vengan a leer es porque les gusta, no obligados”.
La edad de los niños que visitan el rincón de cuentos en Santa María de Pantasma es muy variada, sin embargo, Cornejo indica que la mayoría está entre los seis y los ochos años, y que son muy pocos los adolescentes que llegan, pero para ellos también hay lecturas que les pueden interesar. En el rincón tienen un total de 301 títulos que pueden leer de manera gratuita.
Algo que gusta mucho a los niños, según Cornejo, son los cantos cuentos como: “A mi burro”, “Estaba la rana”, “Chumba la cachumba” entre otros. Pero señala que las dinámicas de lectura que ella hace en voz alta, los cantos o algunos juegos generalmente los realiza los sábados que es el día que llegan más niños, pero por lo general son ellos los que leen, porque el objetivo es que ellos elijan lo que quieren leer y lean lo que les gusta.
“Hay un niño que le he leído muchas veces un libro, porque le gusta mucho y uno de estos días vino y me dijo que si quería que me leyera el libro, él no sabe leer, pero me contó el cuento como si supiera leer, todo con las imágenes”, explica Cornejo.
Un niño que lee hace la diferencia
Erika García, Coordinadora de programa de Promoción de Lectura, de la organización Libros para Niños, explica que el derecho a leer es tan básico para el niño y la niña, como el derecho a salud e insta a los padres a leerles a sus hijos.
García señala que hay numerosos estudios sobre la importancia de leerle a los niños desde que están en el vientre materno, “leerle, arrullarlo con nanas, decirle palabras amorosas, acariciarlo es muy importante. Se puede ser lector a cualquier edad, pero en la práctica de Libros para Niños, sugiere que lo ideal es iniciar desde pequeños, bebecitos, por eso trabajamos mucho en la sensibilización a madres y padres desde los lugares donde tenemos presencia. Nuestra propuesta es sencilla: leer en voz alta y facilitar o recomendar libros de alta calidad literaria”.
García explica que leerles en voz alta es irles modelando para dejarlos con las ganas de seguir leyendo solos, “darles la oportunidad de que toquen, exploren los libros, que tengan ese encuentro agradable con ellos. Esto es básico, algunas veces desde la escuela se ha tenido experiencias traumáticas con los libros, y es necesario brindar la oportunidad a niños y grandes a vivir ese reencuentro”.
En Libros para niños, han trabajado una dinámica de lectura, llamada Bebeteca, la cual va dirigida a un grupo no mayor a 15 madres y padres con sus hijos de 0 a 3 años, se acondiciona un espacio para ellos y se propicia ese encuentro agradable, cercano entre padres e hijos y los libros y lecturas.
“Cuando brindas oportunidad de lectura a un niño desde pequeño notas el cambio en su lenguaje, incremento de su vocabulario, deja de ser un niño tímido y te cuestiona, pregunta, marca la diferencia con otro niño que no se le ha brindado esa oportunidad”, indica García.
Contar cuentos como lo hacían los abuelos
En nuestro país hay zonas en la que los niños no tienen la oportunidad de contar con lugares que promuevan la lectura, sin embargo, García recomienda contar cuentos de tradición oral es otra de las oportunidades que se les pueden brindar a los niños para que se encariñen con la lectura y estimular su imaginación. “Cuando estaba pequeña, un tío nos contaba cuentos de la tradición oral, nuestros padres o algún familiar, eso son momentos inolvidables que los guardas para toda la vida”.
En general García recomienda aprovechar con sus hijos un tiempo en el día para leer o contar cuentos de la tradición oral, además de acudir a la Biblioteca de la escuela y solicitar libros prestados o visitarla para leer, ya que esta práctica no se está realizando, porque a través de los teléfonos se resuelve una tarea para los niños y ya no se recurre a la Biblioteca para realizar investigación.
Cabe indicar que Libros para niños tiene presencia tanto en Jinotega como en Matagalpa y en alianza con actores locales trabajan en Rincones de cuento, Rutas de lectura y capacitación a docentes y promotores de lectura.
Libros Para niños lleva 28 años de trabajo en el campo de la promoción de la lectura con distintas dinámicas como Rincones de Cuentos, Rutas de Lectura, Puestos de lectura, Festivales de Lectura, Mañanas de lectura. “Desde cada una de ellas propiciamos el encuentro agradable de los niños con los libros. Desde la experiencia somos testigos de la cosecha de lectores que se han venido formando durante este trayecto, lectores voraces, jóvenes críticos, interesados por lo que pasa en su país, lectores haciendo la diferencia, realizando pequeños y grandes cambios y sobre todo disfrutando siempre de buenas lecturas”.
En nuestro país el principal obstáculo para la promoción de la lectura según García es que no se tiene el hábito de lectura, por tanto, no se valoran los libros, además de las condiciones económicas de la población, ya que es difícil destinar o garantizar la compra de libros, porque los libros son caros y porque no se tiene el hábito de lectura o si se tiene se prioriza la compra de lo básico para alimentación en la familia.
Otro de los puntos en contra es que, al no contar con el hábito de la lectura, se priorizan otras cosas y si se tiene oportunidad de comprar, no siempre se compra literatura de calidad.
García señala que hace falta políticas públicas que velen e inviertan por una educación de calidad donde los niños tengan también ese derecho a leer literatura de calidad.
En cuanto al uso de los medios tecnológicos como televisión, teléfonos y otros, García señala que son importantes, pero también hay que saber destinar un tiempo de calidad a los hijos. Aunque es sabido que por el trabajo muchos padres regresan tarde a casa y eso les impide la comunicación con sus hijos, pero casi siempre los niños están al cuido de alguien mayor y lo importante es encontrar ese aliado en casa para que también les lea.
El camino del lector
- Libros cartoné, de tela, plástico (paginas gruesas, mucha imagen, texto corto). Esto con el fin de que se familiarice y aprenda a usar los libros
- Libros álbum ilustrado (imágenes, colores, poco texto) estos cuentos son más extensos y con frases repetidas). Retahílas, rimas, adivinanzas, poesía.
- Libros para los primeros lectores (menos imagen y más texto) en esta etapa el niño ya tiene un hábito de lectura, lee solo o acompañado de un adulto y se queda escuchando historias más largas o incluso leer un trozo del libro cada día.
- Libros por capítulos (ya es un lector independiente y puede elegir y leer lo que le llame la atención, selecciona libros de acuerdo a sus intereses).
- Novelas, para lectores independientes
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