Pedro José Zamora García fue acusado en la ciudad de Matagalpa por el femicidio en perjuicio de Maritza Castro Manzanares, de 42 años; mientras que en la ciudad de Jinotega el Ministerio Público lo acusó presuntamente por secuestro y violación de una niña de 13 años.
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El crimen contra Castro Manzanares fue descubierto el sábado 2 de abril recién pasado, cuando sus hermanos hallaron el cuerpo en descomposición en una letrina en el patio de la casa donde residía en la comunidad El Cortijo, a cinco kilómetros de la cabecera municipal de Rancho Grande, departamento de Matagalpa.
Todavía no están claras las circunstancias en que sucedió el femicidio. La Policía sigue sin brindar información oficial del caso y la familia de Castro Manzanares cree que Zamora García la mató a golpes, posiblemente en la tarde del 8 de marzo recién pasado.
La audiencia preliminar del proceso en Matagalpa fue realizada el sábado 9 de abril y la titular del Juzgado Único de Distrito Penal de Audiencias y de Violencia de Matagalpa, Maribel del Rosario Parrilla, admitió la acusación por femicidio, decretó la medida cautelar de prisión preventiva contra Zamora García y programó la audiencia inicial para el 28 de abril próximo.
Parrilla, además, giró oficio a la Defensoría Pública para que designe a un defensor público y que asista al acusado en esa audiencia inicial.
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Mientras que la audiencia preliminar del proceso en Jinotega fue realizada este lunes 11 de abril y el titular del Juzgado de Distrito Penal de Audiencias de Jinotega, Carlos Alexis Molina Rugama, también admitió la acusación, decretó la prisión preventiva contra el procesado y programó la audiencia inicial para el próximo 20 de abril.
En ninguno de los procesos ha trascendido la relación de hechos que sostendrá la Fiscalía.
Familiares de las víctimas sostienen que Zamora García convivió y tuvo dos hijos con una hija de Castro Manzanares, luego tuvo una relación con esta última. Sin embargo, hace unos meses el hombre presuntamente secuestro a una niña de 13 años, también hija de Castro Manzanares, llevándola a una comunidad rural del departamento de Jinotega, donde la habría violado.
Luz Marina Castro Blandón, hermana de Castro Manzanares, contactó al hombre para que regresara a la niña con su madre en El Cortijo, bajo amenazas de denunciarlo ante la Policía.
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Temeroso, el hombre llevó a la niña a El Cortijo, pero también se quedó en la comunidad. En el Día Internacional de la Mujer, la niña y su hermana mayor –la madre de los dos hijos de Zamora García– fueron a una pulpería cercana. Su madre quedó en casa.
Sin embargo, cuando ambas volvieron, Zamora García supuestamente justificó que supuestamente Castro Manzanares se había ido “con otro hombre”. No supieron más de ella.
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Pasaron los días, pero los hermanos de Castro Manzanares se extrañaron de que Zamora García, de quien dice que nunca hacía nada en la casa, estuvo muy afanado haciendo, sin necesitarla, una nueva letrina.
Castro Blandón sospechaba de Zamora García. Decidió denunciarlo por el caso de la niña e insistió a la Policía que debía detenerlo. Según ella, al hombre lo arrestaron a finales de marzo.
El 2 de abril, Castro Blandón reunió a sus hermanos para que buscaran en la antigua letrina. Ahí hallaron el cuerpo.
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