Instando a asumir compromisos con la justicia, la reconciliación y la paz, monseñor Rolando José Álvarez Lagos festejó este sábado 2 de abril, el 11 aniversario de su consagración y toma de posesión como el noveno obispo de la Diócesis de Matagalpa, donde la feligresía le reconoce por su cercanía con el pueblo.
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“Al anunciar el evangelio démonos ánimos mutuamente, para hacer el bien y comprometernos con la justicia, la reconciliación y la paz”, expresó monseñor Álvarez, en la homilía de la misa que, en acción de gracias por el aniversario, presidió en la catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa.
La ceremonia fue concelebrada por sacerdotes de las Diócesis de Matagalpa y Estelí, en esta última, el obispo Álvarez funge como Administrador Apostólico.
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El obispo apuntó que “seguir a Cristo no es fácil y estos, sin duda, son tiempos difíciles, pero en este mismo tiempo encontramos muchos signos de vida, muchos motivos por los que dar gracias”.
“Doy gracias al pueblo santo de Dios, doy gracias a este pueblo que me muestra su amor y me sostiene con su cariño y con su asidua y perseverante oración”, mencionó monseñor Álvarez en su homilía, agradeciendo particularmente al clero de Matagalpa, porque “he aprendido con ustedes a ser padre y pastor, pero antes amigo, con ustedes mis hermanos sacerdotes he compartido durante estos 11 años el servicio, el trabajo, el cansancio, los proyectos pastorales, las expectativas, el florecimiento de las vocaciones. Más hermanos forman parte de este clero que también ha sido una y otra vez causa de alegría…”.
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Monseñor Álvarez fue nombrado obispo de Matagalpa por el Papa Benedicto XVI y la noticia fue divulgada el 08 de marzo de 2011 por el arzobispo de Managua y ex obispo de Matagalpa, hoy cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano. La consagración episcopal fue el 2 de abril del mismo año en Matagalpa. Duró más de cuatro horas.
“FIAT MIHI SECUNDUM VERBUM TUUM”, es su lema episcopal que en español es: “HÁGASE EN MI SEGÚN TU VOLUNTAD”.
Después de la misa, monseñor Álvarez dijo a MOSAICO CSI, que el ministerio sacerdotal “nos impulsa al profetismo, que significa anunciar la esperanza, el amor de Dios, y también denunciar las injusticias sociales, estructurales. Por lo tanto, es un deber, una obligación y un imperativo del Evangelio ser fiel a esa naturaleza profética de los Sacramentos y de la misma Iglesia”.
Los feligreses, por su parte, destacaron la cercanía y humildad de su pastor. Ulises Vega lo define como “el pastor con olor a rebaño, que vela por el pueblo, camina con el pueblo y guía al pueblo”.
Al final de la misa, un grupo de seminaristas cantó al obispo y este no dudó en acompañar la letra de “qué detalle Señor has tenido conmigo”.
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