La vida de Rubén Darío fue impronta novelesca cuando su fama se extendía. Autores de diversas latitudes buscaron los medios posibles para abrazarlo y otros para vilipendiarlo.
El 24 de abril de 1893 el diario Daily Star and Herald, publicó un artículo con el título Rubén Darío que también apareció en La Estrella de Panamá el 04 de mayo, una reproducción tomada del diario La Familia, en París, escrito por el cubano Augusto de Armas, quien se había esforzado por dar a conocer en la capital a los genios de la América española, y salía de cierto modo en defensa del poeta que había sido acusado de plagiador y afrancesado.
Las caídas en el calvario de su alcoholismo también sirvieron para mofa.
El 08 de marzo de 1984, La Estrella de Panamá reprodujo un artículo que había aparecido anteriormente en la Prensa de Buenos Aires, con el título de «Palique», el texto había sido escrito por el crítico español Leopoldo Alas, quien se firmaba con el seudónimo de Clarín.
Con tono sarcástico dice sobre Rubén: «No tiene en la cabeza más que una indigestión cerebral de lecturas francesas». Alberto Acereda afirma que es posible reunir una historia de ataques a Darío y al Modernismo.
La muerte falsa de Rubén Darío
El jueves 14 de marzo de 1895 La Estrella de Panamá, publicó el deceso del poeta mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, conocido con el seudónimo del «Duque de Job», había muerto el 3 de febrero.
El diario aprovechó también el espacio para comunicar el falso deceso del poeta nicaragüense, tenía veintiocho años. La noticia corrió en otros medios de Centroamérica y el Caribe.
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Se lee en el artículo… «Nada se pierde con la verdadera literatura castellana con la muerte del escritor centroamericano Rubén Darío que ya parece ser un hecho» …
El poeta, en su viacrucis cargaba con tantas pesadumbres, el mal de su alcoholismo, muchas veces desmedido.
Este árbol pródigo que fue Darío pertenece a esa dura raza de los «poetas malditos», por sus miserias, por sus caídas, por la negación misma de su otra existencia luminosa de creador.
Cuando había pasado su caravana por los arcos triunfales, era inevitable el nombre de Rubén.
En 1916, año de su muerte, Cristóbal Rodríguez publicó en La Estrella de Panamá un artículo laudatorio que destaca la indiscutible originalidad del bardo, —artista del verso, genio capaz de elevarse por sus creaciones a las alturas donde moran los grandes poetas de la humanidad, Virgilio, Shakespeare, Dante, Goethe, Víctor Hugo—.
Revistas panameñas
Esta literatura modernista se catapultó en El Heraldo del Istmo dirigida por Guillermo Andreve y Nuevos Ritos por Ricardo Miró.
Isabel Barragán de Turner afirma que los poetas se valieron de los periódicos existentes y crearon espacios exclusivamente literarios.
Entre 1904 y 1907 EI Heraldo del Istmo publicó 26 de sus poemas y 11 aparecieron en Nuevos Ritos.
Después de la muerte de Darío aparecieron un sinnúmero de publicaciones relacionadas a su vida y a su obra.
Este artículo es de la autoría de Harlan Oliva Regidor
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