
Para este viernes 25 de noviembre está prevista la audiencia inicial del proceso que enfrenta Moisés Alud Pérez Mercado por el homicidio en perjuicio de su tía paterna, Julia Paula Pérez Miranda, a quien asestó un machetazo, en el sector de La Joba, municipio de Wiwilí, Jinotega.
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Mientras que, en un proceso distinto, un hombre identificado solo como Jaime Cardenal debe enfrentar la audiencia inicial el próximo 1 de diciembre, por el femicidio de su pareja Raquel Chavarría, a quien asesinó en una finca cafetalera en El Cuá, Jinotega.
Ambos procesos son conocidos por el titular del Juzgado Primero de Distrito Penal de Audiencias en Jinotega, Carlos Alexis Molina, quien admitió las respectivas acusaciones e impuso la medida cautelar de prisión preventiva contra Pérez Mercado y Cardenal.
El crimen contra Pérez Miranda sucedió el 15 de noviembre recién pasado. En la escueta nota de prensa 327-2021, la Policía señaló que fue en la comunidad El Cacao Arriba y que ella fue agredida «con objeto contundente (trozo de madera)”.
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Sin embargo, la acusación de la Fiscalía relata que todo sucedió en la casa de Pérez Miranda, a dos kilómetros de una iglesia evangélica en la comunidad La Joba, Wiwilí. Ella estaba frente a la vivienda, platicando con Martha Leonor Chavarría Castellón, exsuegra de Pérez Mercado.
Le sirvió café
El hombre discutió con su exsuegra y Pérez Miranda decidió ir a la cocina de su casa, pero, el sobrino la siguió y le pidió café. Posteriormente, mientras ella barría, Pérez Mercado exigió la entrega de 500 córdobas y se le fue encima a la tía.
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Según la acusación, ella intentó defenderse y tomó un trozo de madera, sin embargo, Pérez Miranda la atacó con el machete provocándole una herida de 10 centímetros que además le penetró un pulmón, matándola de inmediato.
Femicidio en cortes de café

Mientras que, en el proceso contra Cardenal, la Fiscalía señala que, desde el 25 de septiembre, este y su pareja Chavarría comenzaron a trabajar como cortadores de café en la finca de Aquileo Altamirano Bucardo en la comunidad El Golfo Arriba en El Cuá, Jinotega.
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El 13 de noviembre, señala la acusación, Cardenal reclamó a Chavarría por unos mensajes de texto y llamadas que ella recibió y ese mismo día renunció al trabajo en la finca de Altamirano y se fue.
Pero, el 16 de noviembre, Cardenal volvió a la finca pidiéndole perdón a Chavarría, sostiene la Fiscalía, agregando que ella lo rechazó y posteriormente el energúmeno le asestó al menos siete machetazos entre el cuello y el cráneo.
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