El obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, dejó claro este domingo 10 de octubre, que la posición de la iglesia en Nicaragua nunca ha sido “una lucha de clases”, y abogó por una “solidaridad fraterna” en el país.
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En la homilía de la misa que presidió este domingo en la catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa, monseñor Álvarez, parafraseando a Santa Teresa de Calcuta, enfatizó: “lo nuestro (de la Iglesia) no es una lucha de clases, sino un encuentro de clases, no se trata de acabar con unos a costa de otros”.
“En Nicaragua necesitamos un encuentro libre y generoso de todos, con nuestras propias y necesarias diferencias, incluso con nuestras contradicciones. No pensamos igual ni uniformemente, no puede haber un pensamiento único, no es lo correcto”, señaló el obispo de Matagalpa.
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Monseñor Álvarez, frecuente denunciante de injusticias en el país, también destacó que en la diversidad de opiniones hay riqueza, la cual puede ser encontrada incluso en el antagonismo, siempre y cuando haya respeto.
“Si hay respeto a los demás, a sus ideas, que deberían ser debatidas con altura y dignidad, decía, se puede encontrar la riqueza más insondable que es la de poder construir la historia en justicia y en paz”, apuntó el obispo de Matagalpa.
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“Solo así, una sociedad tiene futuro. Nosotros pondremos nuestra parte, sigamos aportando nuestro granito de mostaza, porque todos los hombres somos hermanos y recordemos que el respeto al derecho ajeno es la paz”, finalizó aplaudido por los feligreses que estaban en el templo.
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