A 4 años de prisión fue sentenciado Harold José Martínez Lanzas, de 24 años, declarado culpable de encubrir un femicidio en Matagalpa, Nicaragua, donde presuntamente ayudó a que el sospechoso del crimen escapara. Este último, que había sido indultado, sigue prófugo.
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La condena contra Martínez Lanzas expirará el 4 de junio de 2025 y debe cumplirla en el Sistema Penitenciario Regional de Waswalí, determinó la titular del Juzgado Primero de Distrito Penal Especializado en Violencia de Matagalpa, María Altamirano.
Martínez Lanzas admitió ante la juez que, el 1 de junio recién pasado, “inocentemente” dio un aventón a Óscar Manuel García Flores, en una moto con placa BO 8456, pero presuntamente sin saber que este había asesinado a su pareja Raquel de los Ángeles Salinas Barahona, de 35 años, en la comunidad Santa Emilia, al noreste de la ciudad de Matagalpa.
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“Ese día yo andaba donde un amigo mío, yo me lo encontré a él (a García Flores), solo le di ride, la Policía incluso me dijo que lo había llevado a El Tuma-La Dalia, (pero) yo lo llevé a un puente que hay en Santa Emilia, yo no sabía que él iba huyendo de algo», declaró Martínez Lanzas ante la juez.
El femicidio
La relación de hechos presentada por la Fiscalía menciona que García Flores y Salinas Barahona estaban el 31 de mayo en su casa, ella le sirvió comida, pero él la agredió a golpes y patadas hasta desmayarla.
Yerika del Carmen García Flores, hermana del sospechoso, llegó a auxiliarla, forcejeó con el hombre y, armándose de un machete, logró que se fue de la casa.
Las dos mujeres estuvieron juntas hasta las 8:30 p.m., refiere la acusación, indicando que luego, entre las 3:00 a.m. y las 5:00 a.m. del 1 de junio, García Flores ingresó furtivamente a la casa y aprovechando que Salinas Barahona estaba dormida, cometió el femicidio, ahorcándola con una sábana y se fue hacia el sector de la escuela de la comunidad, donde más tarde, a las 9:00 a.m., le habría pedido el aventón a Martínez Lanzas.
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García Flores tenía antecedentes de violencia contra su pareja, por lo que el 22 de octubre de 2019 fue sentenciado en el Juzgado Primero de Distrito Penal Especializado en Violencia de Matagalpa, a dos años y ocho meses de prisión por violencia sicológica y violencia física contra Salinas Barahona.
Pero, el sospechoso también tenía una condena de cuatro años de prisión por robo agravado en perjuicio de Julio César Molinares.
Las penas le fueron unificadas y, de los 6 años y 8 meses que debía estar preso, solo cumplió un año y siete días, porque el 13 de mayo de 2020 fue excarcelado por el Sistema Penitenciario Nacional en ocasión del “Mes de las madres nicaragüenses”, recibiendo el beneficio legal de convivencia familiar.
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