La magnitud de la tragedia vial es creciente: este viernes 23 de abril fue confirmada la muerte de un niño de tres años, identificado solo con las iniciales J.C.R., quien sería la octava víctima mortal del accidente ocurrido la noche del miércoles 21 de abril en el sector de Paso Real, kilómetro 152 de la carretera recién hecha de concreto hidráulico entre los municipios de Muy Muy y Matiguás, Matagalpa.
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Una emisora oficialista en Managua dio por fallecido a Oswaldo Antonio Lemuz Polanco, de 30 años; sin embargo, este presuntamente seguía “en coma, muy delicado”, señaló una fuente; mientras que la Policía tampoco ha brindado más información que la nota de prensa 92-2021 en la que dijo de siete fallecidos.
Las siete personas, que murieron la misma noche del accidente, fueron sepultadas el jueves y viernes en los cementerios de Matiguás y Río Blanco. De la tragedia, una cantidad todavía imprecisa de niños, quedaron huérfanos. Mientras que ocho personas seguían hospitalizadas.
Culto por cumpleaños
Las víctimas eran miembros de la iglesia evangélica El Buen Samaritano, ubicada en el barrio Óscar Luna de la cabecera municipal de Matiguás.
Alrededor de 40 personas viajaron casi ocho kilómetros en un camión de José Manuel Tinoco a la casa de Irma Sáenz en la comunidad Paso Real, para participar en el primer cumpleaños de un niño de ella. Era un culto de acción de gracias. Globos azules y blancos adornaban la casa de madera donde fue la celebración religiosa.
Sáenz dice que durante su embarazo fue amenazada de muerte, “entonces dije: ‘Señor, sos el único, librame y si salgo con bien voy a hacer el cumpleaños y acción de gracias al mismo tiempo’. Entonces, eso fue…”.
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De las gallinas de su patio, Sáenz cocinó algunas y dio de cenar a los invitados. También repartió pastel y gaseosa. Luego, “se estaban despidiendo de mi cuando se los pasó llevando la camioneta”.
Eran las 7:20 p.m. y algunos de los feligreses estaban abordando el camión de Tinoco para volver a Matiguás, cuando fueron atropellados por la camioneta blanca con matrícula MT 07141 que manejaba Pedro Pablo Escorcia Paladino, de 65 años.
Tragedia por conductor ebrio, según la Policía
En la nota de prensa 92-2021, la Policía afirma que Escorcia manejaba “en estado de ebriedad, a exceso de velocidad, perdió el control y atropelló a grupo de personas que se disponían a abordar vehículo de transporte…”.
Tinoco dice que, desde metros antes de chocar al camión, el conductor de la camioneta “se salió de viaje del pavimento… desde esta puerta comenzó a matar gente, a tirar gente a ambos lados con la velocidad, ya iba matando gente y a los últimos que mató fue cuando llegó a prensar (con el camión) a la hermana Oneyda (del Carmen Ramírez Reyes) y a su niño”.
Al impacto con el camión, Tinoco sufrió un golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente “tres minutos”, según calcula. Al volver en sí, comenzó desesperado a buscar a su esposa y a dos hijos de 16 y 15 años. Agradeció a Dios porque estaban vivos, pero “también sentí decepción porque el resto de mis hermanos estaban muertos”.
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Ramírez Reyes y su hijo Elimelec Díaz Ramírez, de tres años estaban entre las víctimas mortales. Ella cumplía 21 años el jueves 22 de abril y no pudo festejarlo. La joven y su hijo fueron sepultados en el mismo ataúd, este viernes en el cementerio de Río Blanco. Ahí mismo fue sepultado Sebastián Díaz Benavidez, de 20 años.
Mientras que Reynaldo Polanco Muñoz y su esposa Isabel del Socorro Reyes Hernández; así como Sugeydi Lemuz Polanco, de 21 años y Róger Jacinto Hernández Mendoza, de 49 años, también víctimas de la tragedia, fueron sepultados el jueves en Matiguás.
El matrimonio Polanco Reyes andaba con unas niñas de 10 y 6 años, a quienes habían montado al camión poco antes de ser atropellados. Ellas vieron morir a sus padres.
Las niñas Polanco Reyes tienen un hermano adolescente, de 16 años, y los tres quedarán bajo la tutela de Juan Alexis Huete Reyes, el hijo mayor de Reyes Hernández. Pero, este tiene su esposa y un hijo de tres años, y dice que carecen de vivienda propia, por lo que tiene que alquilar.
En la iglesia El Buen Samaritano han recibido algunas ayudas para las familias afectadas.
Casos similares cada siete años
En el departamento de Matagalpa ha habido casos similares: feligreses atropellados por conductores ebrios, coincidentemente cada siete años.
El 14 de octubre de 2007, un adolescente ebrio atropelló a un grupo de personas que salían de una iglesia evangélica frente al hotel Bermúdez en pleno centro de la ciudad de Matagalpa. Una joven murió y otras 4 personas, incluyendo a una agente policial, sufrieron lesiones.
El 29 de noviembre de 2014, feligreses católicos iban en una procesión con una imagen de la Purísima en el barrio El Edén de Ciudad Darío, donde fueron atropellados por un conductor ebrio. 14 personas sufrieron lesiones en distintos niveles de gravedad.
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