El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Alvarez Lagos, insistió en llamar a que la clase política busque el bien común del pueblo y exhortó a los nicaragüenses en general a seguir orando para “encontrar caminos y vías de solución justa y pacífica” a la crisis sociopolítica que atraviesa el país.
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Durante la homilía que dirigió este domingo 17 de enero en la catedral San Pedro Apóstol, y retomando el Evangelio dominical en el que Jesús preguntó qué buscaban, a los discípulos que le seguían, el obispo señaló que en este año electoral en Nicaragua, “convendría preguntar a los políticos: ¿qué buscan?”.
“Dios mediante la respuesta sea el bien común del pueblo, ser servidores del pueblo, estar preferentemente con los más desfavorecidos, ponerse al lado de los vulnerables, de los olvidados de siempre; aportar su granito de mostaza para hacer de Nicaragua un país con visión de nación, de justicia social, estabilidad y desarrollo económico”, dijo el jerarca católico.
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Agregó que los políticos deben hacer de la política “el arte de la civilización, del progreso de los pueblos hacia una sociedad justa y solidaria”.
Sin embargo, el obispo Álvarez aseguró que los nicaragüenses “ciertamente no queremos ambiciones o ambiciosos, ambiciones ni personales ni grupales, protagonismos fuera de la realidad, insensatez con lo que necesita Nicaragua. ¡Queremos seriedad con el pueblo! La justicia empieza con la sinceridad de cara a la nación y, particularmente, a las inmensas mayorías, que son los pobres, los obreros, los trabajadores, los campesinos, la clase laboral, la fuerza laboral”.
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“Hermanos políticos, realmente, ¿qué buscan? Busquen la justicia del Reino de Dios y el resto vendrá por añadidura. Todo político que quiere, y busca el bien común, lo hemos dicho, debe empezar por contemplar al Crucificado y en el Crucificado debe contemplar al pueblo que sufre, al pueblo humilde y sencillo de rostro dolorido”, apuntó el obispo de Matagalpa.
Monseñor Álvarez añadió que “en la mirada del crucificado (el político) encontrará claridad, fortaleza, nuevos caminos y puntos de encuentro que lleven a la unificación de esfuerzos, para construir el proyecto de un noble país, capaz de velar por el más pequeño, por el débil, por el desamparado, donde gobierne el bien común”.
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“En la contemplación del Crucificado los políticos podrán encontrar que es posible construir una nación que vele por el respeto de la persona humana, especialmente, insistimos, los más débiles e indefensos. En la contemplación del Crucificado los políticos podrán encontrar que no es posible dar un paso adelante, mientras no compartan los sufrimientos y angustias de un pueblo sediento de justicia, libertad, paz, salvación y perdón; porque, la prueba máxima de tu grandeza está en la forma que trates a cada ser humano, pero especialmente a los más débiles y más indefensos”, continuó monseñor Alvarez.
Finalizó invitando a los nicaragüenses a que “sigamos orando para que el Divino Espíritu nos ilumine a todos los nicaragüenses, para encontrar caminos y vías de solución justa y pacífica. Sigamos orando para que juntos todos, sin exclusión ni exclusividades, mirándonos como hermanos y tratándonos como tal, podamos reconstruir nuestra poatria y podamos edificar la nueva Nicaragua”.
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