Ilmer Omar Arceda lloró en juicio asegurando que es inocente en la muerte de su pareja Yeneth Avigail Herrera, sin embargo, el Juez Segundo de Distrito Penal Especializado en Violencia de Género en Matagalpa, William Montalván Avendaño, lo declaró culpable de femicidio.
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Después de tres sesiones, la audiencia de juicio concluyó al anochecer de este lunes 14 de diciembre. Arceda ahora queda en espera de la sentencia que le será notificada en una semana. La pena para ese delito, cuando concurren circunstancias del asesinato, oscila entre 25 y 30 años de prisión.
“El juez declara la culpabilidad solo con indicios, porque el Ministerio Público no presentó ninguna prueba directa”, comentó Jaime Gómez García, el defensor particular de Arceda, una vez concluido el juicio.
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Debido a las restricciones y medidas para prevenir contagios de la Covid-19 en el Complejo Judicial de Matagalpa, Mosaico CSI no pudo ingresar a la audiencia de juicio. Las actas tampoco están disponibles en el portal del Poder Judicial, pero, según el relato del abogado Gómez, en la decisión del juez influyó la versión de una testigo que señalaba a Arceda como “violento y celoso”.
El crimen sucedió en la madrugada del domingo 18 de octubre recién pasado en el barrio 25 de Abril de Matagalpa. En su acusación, la Fiscalía sostuvo que Arceda, “con odio y total desprecio”, le asestó una puñalada en el pecho (a Herrera) y se fue del sitio, llevándose el arma blanca y “comenzó a caminar por la periferia del lugar del hecho, simulando que desconocía el evento en el que privó de la vida a la víctima, (pero) en ese instante ya había varios vecinos del sector…”.
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Quedó probado en juicio que Arceda llegó al sitio donde su pareja estaba herida y hasta habría ayudado a montarla en una ambulancia y la acompañó al hospital.
Pero, hubo testimonios relacionados a que su comportamiento fue más de indiferencia que de preocupación por Herrera.
Entre la pareja hubo una serie de llamadas, previo al crimen. Una testigo, según Gómez, señaló que cuando Herrera ya estaba herida en la calle, Arceda la llamó telefónicamente. En el celular de la víctima aparecía la foto de Arceda.
Pero, en su declaración, Arceda dijo que cuando hizo esa llamada estaba cerca de unos bares en la zona céntrica de la ciudad, a varias calles del lugar del crimen.
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Gómez pidió, sin éxito, que el juez suspendiera la audiencia y oficiara a la compañía telefónica para determinar la ubicación de los móviles a la hora de cada llamada.
Mientras que, otro testigo, había declarado ante la Policía y lo repitió en juicio, que al momento del crimen vio que un hombre vistiendo camisa roja, corrió de oeste a este, huyendo “con dirección al río”.
Pero, en esa ocasión Arceda andaba puesta una camisa azul que le fue ocupada por la Policía, cuando lo arrestaron pocas horas después del crimen.
María del Socorro Arceda Cruz, madre de Arceda, cree en la versión de inocencia de su hijo.
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