Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, invitó a los nicaragüenses a buscar una conversión espiritual, ahora que se acerca la Navidad, y advirtió sobre los falsos mesías, aunque destacó que el pueblo sabrá dar luz a quien procure el bien de las mayorías.
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Durante la homilía que dirigió en la catedral San Pedro Apóstol, este domingo 13 de diciembre, tercer domingo de adviento, el obispo de Matagalpa disertó sobre la humildad de Juan El Bautista, quien negó ser el Mesías, por cuanto “no era la luz, sino testigo de la luz”.
“Cuántos mesianismos en la historia de la humanidad, cuántos mesianismos en la historia de Nicaragua, particularmente en estos momentos tan difíciles”, señaló el obispo, criticando además a quienes “mareados” se autoproclaman mesías.
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“Cuánta presunción en algunos líderes, cuántos deseos, ambiciones y ansias de brillar, aunque no ardan. La luz que no nace del fuego es falsa y el fuego sólo lo da el pueblo, cuando descubre a hombres y mujeres que, lejos de buscar sus propios intereses, buscan desinteresadamente el bien común, buscan desinteresadamente el bien de las mayorías”, expresó el jerarca católico.
Agregó: “Triste es ver cómo algunos se han querido presentar como el mesías, mareados por quienes los adulan o por quienes les hacen pensar que lo son y que fuera de ellos no hay opción. No se dan cuenta que, en realidad, entre menos desees de brillar, tanto más verdadera luz serás”.
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Monseñor Álvarez lamentó que en Nicaragua, “en vez de escuchar las célebres palabras ‘yo no soy el mesías’, lo que se entiende escuchar son las desafortunadas palabras ‘yo soy el mesías’. Actualmente, es muy peligrosa esa ansia de brillar, cuando se debe arder y consumir todas sus energías a favor de los más desfavorecidos, de los más vulnerables, de los de la periferia”.
“No se preocupen por ser vistos, porque eso es perder el tiempo; gánenlo sabiendo que nadie es digno de desatarle las correas de las sandalias a los pobres, porque de los que son como ellos, es el reino de los cielos”, finalizó el obispo de Matagalpa.
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