Fray Antonino Vaccaro tuvo que comenzar su cumpleaños 96, este sábado 17 de octubre, bajo observación médica, pero recuperándose, en el hospital de San Rafael del Norte, Jinotega, adonde llegaron los otros tres miembros de la fraternidad Franciscana del municipio: Fray Boris Tandaric, Fray Damián Muratori y Fray Juan Carlos Treminio Vallejos, para cantarle el “ya queremos pastel”.
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En cama, el religioso de origen italiano y destacado misionero en las montañas de Matagalpa y Jinotega y otros departamentos del país, pudo cortar el pastel. Había posibilidades que le dieran de alta por su franca mejoría, comentó Fray Juan Carlos.
En un video compartido a través de redes sociales, Fray Antonino declara que “el que canta, a la muerte espanta”, una frase calificada como una de “muchas sencillas lecciones” que con su vida a dado el religioso que llegó a Nicaragua en 1964, donde estuvo como misionero y realizó innumerables obras en distintos municipios de los departamentos de Chontales, Matagalpa, Jinotega, León, Chinandega y Managua.
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Fray Antonino llegó en 1967 al municipio de Matiguás –que entonces también comprendía el territorio del actual municipio de Río Blanco (creado en 1974)–en el departamento de Matagalpa, donde le atribuyen haber construido más de 70 escuelas en unos 15 años de misión, contribuyendo en gran medida con la alfabetización.
“Él cuenta que (Anastasio) Somoza le prestaba un helicóptero para visitar y llevar medicina y alimentos a las comunidades”, refiere Fray Juan Carlos.
Pero, la mayor cantidad de obras de Fray Antonino están en San Rafael del Norte, donde fue párroco hasta que se jubiló tras cumplir 75 años. “Es un misionero que ha hecho muchas obras, como el padre Odorico (D’Andrea)”, señala Fray Juan Carlos.
Entre otras obras en San Rafael del Norte, Fray Antonino construyó el Instituto San Marcos y fundó el llamado Centro de Formación a la Mujer Campesina y el Colegio Fray Antonino Vaccaro. “Ayer (viernes 16 de octubre) vinieron a visitarlo los maestros del colegio”, comentó Fray Juan Carlos.
De marinero a religioso

Retomando relatos que le ha hecho Fray Antonino, Fray Juan Carlos cuenta que este tenía entre 14 y 15 años y “tuvo una experiencia bien fuerte”: se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. “Cayó una bomba donde estaba él en un campo. Todos murieron y solo él sobrevivió”.
Esa experiencia habría motivado a Fray Antonino a tomar la vida religiosa. Pero, antes de eso, quiso trabajar para poder dejarle algunos recursos a su familia. De manera que fue contador en un banco italiano, pero también fue miembro de la Marina Militar Italiana. “Hace algunos años el gobierno italiano le dio un reconocimiento por eso”, cuenta Fray Carlos.
Fray Antonino tenía 40 años cuando fue ordenado sacerdote en la Orden Franciscana Menor. De inmediato partió a Nicaragua como misionero. Lleva 56 años evangelizando con el ejemplo.
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