Rosibel Zeledón Kuan y su hijo de 12 años, Inmer Otoniel Olivas Zeledón, escaparon de morir calcinados en un incendio que, según denunció ella, presuntamente fue provocado por su pareja y padre del niño, Otoniel Olivas Martínez, en la madrugada de este domingo 11 de octubre en el barrio Ernesto Gutiérrez de la cabecera municipal de El Cuá, departamento de Jinotega.
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La Policía supuestamente llegó a averiguar, pero Zeledón Kuan se quejó de que todavía en la tarde de este domingo, el hombre “ahí estaba tranquilo, bien dormido” en casa de su madre, en el mismo poblado.
Zeledón Kuan, una mujer que se gana la vida vendiendo enchiladas y pan en las calles de El Cuá, señala que Olivas Martínez “ha sido un hombre violento, yo tengo 15 años de sufrimiento, eso le aguanté”.
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Vía telefónica, Zeledón Kuan contó a Mosaico CSI que Olivas Martínez, cada vez que llegaba ebrio, la insultaba y hasta la corría de la casa echa de piedras canteras y madera.
Pero, “anoche (sábado 10 de octubre) llegó tranquilo y se acostó. (Pero), a las tres de la madrugada que canta el gallo, se levanta y me dice: ‘Kuan, te voy a quebrar los trastes. No escuché ningún ruido, pero cuál es mi susto cuando miro las olas de fuego en el cuarto. Yo comencé a pegar gritos a un hermano de él, pero él (Olivas Martínez) comenzó a reírse”, relató Zeledón Kuan.
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Agrega que “el niño le clamaba que lo sacara, las olas de fuego eran incontenibles. ‘Papá, sacame, por favor, cómo vas a dejar que me queme, papito’, clamaba el niño. Y él (Olivas Martínez) le dijo: ‘salado vos, Inmer, porque yo lo que quiero es que ustedes dos se quemen’. Yo clamé al Señor y ya Dios iluminó a mi niño, porque pudo quebrar un playwood y nos salimos”.
Apenas lograron salir, dice la mujer, “la casa explotó, yo no sé qué fue lo que este hombre echó, pero fue todo en términos de segundos”.

Zeledón Kuan dice que todo cuanto tenían quedó reducido a cenizas por el incendio, por lo que apeló a la solidaridad de los habitantes de El Cuá.
Otro incendio en Wiwilí
Otro incendio ocurrió la noche del sábado 10 de octubre en la casa de Evaristo Zeledón, en el segundo sector de la cabecera municipal de Wiwilí, departamento de Jinotega.
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De acuerdo con un reporte extraoficial, el hombre estaba con su hijo de 20 años, Dayan José Zeledón Alvarado, pero falló el servicio de energía eléctrica, pusieron una vela sobre un ropero y salieron a la calle.
Poco después, fue una vecina quien les avisó de una “humalera” que emanaba del interior de la casa. El ropero, un refrigerador y otras pertenencias están entre las pérdidas de los Zeledón.
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