Alexander José Castellón Ríos, el llamado femicida del barrio Sabadell, tendrá que permanecer preso hasta el 20 de agosto del año 2050, sentenció este lunes 31 de agosto una juez de Matagalpa, quien lo había declarado culpable de femicidio, asesinato agravado, aborto sin consentimiento y violencia patrimonial en perjuicio de Fátima del Carmen Martínez Rodríguez, quien estaba embarazada, además de asesinato agravado contra una niña de cuatro años.
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La titular del Juzgado Único de Distrito Penal de Audiencias y de Violencia por ministerio de ley en Matagalpa, Maribel del Rosario Parrilla Castillo, impuso a Castellón las penas máximas establecidas para cada uno de esos delitos y consideró que, la admisión de hechos que hizo el femicida en la audiencia preliminar el martes 25 de agosto recién pasado, “no minimiza el resultado de su conducta antijurídica”, por lo que la juez no lo valoró como atenuante.
El crimen que estremeció a Matagalpa, ocurrió el 20 de agosto recién pasado, en el llamado anexo al barrio Sabadell, al norte de la ciudad de Matagalpa, y fue descubierto un día después. Castellón, con un trozo de madera, asesinó a Martínez en presencia de la niña de 4 años, identificada con las iniciales D.J.G.M., a quien asesinó poco después, para evitar que lo acusara.
El femicida, además, provocó dos heridas en el pecho de Martínez: una en forma de corazón y la otra en forma de la letra ele, aunque los familiares de ella piensan que parece una letra a, como la inicial de Alexander. Posteriormente, ocultó los cuerpos debajo de una cama.
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Martínez enviudó del padre de sus tres hijos: un niño de 11 años y dos niñas de 9 y 4 años, por lo que recibía, los 20 de cada mes, una pensión de 5,599.29 córdobas en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. La acusación de la Fiscalía señala que Castellón le quitaba el dinero para comprar drogas y licor.
El jueves 20 de agosto recién pasado, los niños más grandes habían ido a visitar a sus abuelos en el vecino barrio Dos de Marzo y, cuando Martínez regresó a su casa, a la 1:00p.m., después de cobrar la pensión, Castellón estaba afuera limpiando unas gradas y la niña de 4 años estaba adentro. Había música sonando en alto volumen. Fue la última vez que las vieron vivas.
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El femicida despojó del dinero de la pensión a Martínez, pero también se llevó un televisor de pantalla plana de 14 pulgadas, un reproductor de DVD y otros artículos que le pertenecían a ella y sus hijos. Los fue a vender al barrio Guanuca en 1,500 córdobas “el combo”, apunta la acusación.
Antes, el femicida pasó por el barrio Dos de Marzo, buscando a los otros dos niños. Les dio 50 córdobas para ambos. Y se fue a vender los electrodomésticos y luego a diferentes bares.
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En su sentencia, la juez Parrilla Castillo le impuso 30 años de prisión por femicidio, 30 años de prisión por asesinato agravado, 6 años de prisión por aborto sin consentimiento y 5 años de prisión por violencia patrimonial.
Aunque esas condenas suman 71 años de prisión, la pena máxima establecida en la Constitución Política de la República de Nicaragua es de 30 años de prisión.
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