Monseñor Eliar Pineda Úbeda, vicario general de la Diócesis de Jinotega, asumirá como titular en una nueva Parroquia que será instituida con el nombre de Nuestro Señor de los Milagros de Esquipulas, mientras que el sacerdote Mauricio José Pérez García será el nuevo titular de la parroquia Nuestra Señora de Los Ángeles en la ciudad de Jinotega.
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El padre Pérez, quien dirigía la parroquia Nuestra Señora de La Merced en el municipio jinotegano El Cuá, tomó posesión de su nuevo cargo este domingo 30 de agosto, en una ceremonia que presidió el obispo de la Diócesis de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera.
Al empezar la misa, el obispo Herrera pidió a los fieles de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles “aceptar” el cambio con la “alegría” que representa el crecimiento de la feligresía católica que necesita de una nueva parroquia y que es la que monseñor Eliar será el primer párroco.
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La nueva Parroquia Nuestro Señor de los Milagros de Esquipulas será en la comunidad Mancotal, al norte del municipio de Jinotega.
En la ceremonia dominical fue leído el decreto episcopal con el nombramiento de Pérez, a quien el obispo le entregó algunos símbolos, incluyendo las llaves del templo.
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Monseñor Herrera, en su homilía, también explicó algunas funciones del párroco, establecidas en el Código de Derecho Canónico, incluyendo el anuncio del Evangelio y la formación católica de los fieles, entre otras.
Al final de la misa, Pérez aseguró que “trataré de trabajar con la ayuda de ustedes, (porque) estamos para recoger, no para desparramar, estamos para consolar, no para traer luto…”.
Monseñor Eliar fue breve, pero emotivo, agradeciendo a los fieles a quienes sirvió durante casi 17 años en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.
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“Agradecer por haberme aguantado durante casi 17 años. No es fácil aguantar 17 años a un cura. Traté de hacer lo mejor que se pudo. Hubo cosas que las hice, otras cosas que se las dejo al padre Mauricio y al padre Rudry (Sobalvarro) que las hagan. Como decía monseñor (Herrera), me enfoqué más en el campo: quedan 11 capillitas nuevas en el campo, no había. Queda gente de iglesia, gente fuerte”, dijo monseñor Eliar.
En tono jocoso agregó que, entre el inventario que dejó de la parroquia, olvidó incluir a “los seis borrachitos que son parte de la parroquia y los policías que me custodian 12 horas al día”.
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