Benedicto Herrera Álvarez (1933-1998), fue un sacerdote impulsor de diversas obras sociales en la Diócesis de Matagalpa, donde desempeñó diversos cargos eclesiásticos, incluyendo la Vicaría General de la Diócesis, por lo que ostentó el título honorífico de Monseñor.
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Hijo de Alfonso Herrera Altamirano y Sara Álvarez Hernández, Benedicto fue el cuarto de 12 hermanos y nació el 15 de marzo de 1933 en el antiguo Hospital San Vicente en la ciudad de Matagalpa, según datos aportados por el maesro Juan Alberto Palma, quien le conoció.
Don Alfonso era un próspero agricultor de la comunidad carateras en el actual municipio El Tuma-La Dalia, por lo que la familia Herrera Álvarez combinó su desarrollo: en el campo, en labores agrícolas; y la ciudad, en formación académica.
Entre 1938 a 1944, Benedicto estudió su primaria en el Colegio Diocesano San Luis Gonzaga en Matagalpa; pero, posteriormente incursionó al Seminario Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en Managua, donde estudió la secundaria y se formó como seminarista. Además estudió cuatro años en Teología y otros tres años en Filosofía.
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Cuando cumplió 30 años, fue ordenado sacerdote por el entonces obispo de Matagalpa, monseñor Octavio José Calderón y Padilla, en la Catedral San Pedro Apóstol de la ciudad de Matagalpa, el 24 de marzo de 1963.
Una vez ordenado como sacerdote, el Padre Benedicto fue enviado a México y Honduras, donde se preparó en líneas pastorales para formar delegados de la palabra. Al volver a Matagalpa, trabajó como asistente del obispo Calderón y Padilla y del padre Etanislao García Calero, que en ese tiempo fungía como director del San Luis.
El profesor Palma, quien fue director de este centro de estudios, cuenta que al padre Benedicto siempre se le vio acompañando al obispo en los eventos más destacados de Matagalpa y Jinotega, lo cual contribuyó en forjar su personalidad en favor de los más desposeídos y de los perseguidos políticos.
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Santiago Ulises Rivas, ex alumno del colegio San Luis y amigo cercano del padre Benedicto, dice que por la protección a los perseguidos políticos, el religioso logró salvar muchas vidas y por esta razón la Guardia Nacional de la dictadura de Anastasio Somoza lo apodaba “Comandante Benedicto”.
Mientras el padre Etanislao García dirigía al Colegio San Luis, por un tiempo se impartía la secundaria en este centro, pero hubo un momento en que esto fue descontinuado y fue el padre Benedicto quien retomó el proyecto, por lo que es considerado como el fundador de la secundaria en este centro educativo, en el cual fungió como director general.
El escritor e historiador Eddy Kühl Aráuz recuerda al padre Benedicto como un hombre amable y accesible, amigo de los campesinos.
En su labor pastoral, destacó llevando la evangelización a comunidades rurales de los departamentos de Matagalpa y Jinotega, donde antes solo había trochas por las cuales solo podían avanzar cabalgando o caminando, recuerda el profesor Juan Palma, indicando que esas misiones a veces duraban hasta tres meses.
Mientras que el doctor Rivas recuerda que, con el modelo de la Basílica de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe en México, el padre Benedicto impulsó la construcción de la ermita Nuestra Señora de Guadalupe en el barrio Guanuca en Matagalpa.
“Su labor como sacerdote humilde, callado y lleno de sencillez, fue grande, su silencio le dio la sabiduría de los escogidos de Dios y se ganó el cariño de este pueblo que supo valorar la capacidad de dirigir y orientar a la juventud a través de los movimientos de jóvenes”, escribió el profesor Palma en datos que gentilmente compartió sobre el padre Benedicto.
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De hecho, el doctor Rivas recuerda que el padre Benedicto fue fundador de la Tropa 38 San Luis de los Scouts.
Asimismo, el profesor Palma apunta que el padre Benedicto fue “un incasable luchador por la libertad y un valiente defensor de los derechos ciudadanos”. Incluso, facilitaba medicinas a dispensarios en Matagalpa y San Ramón.
Como director del Colegio Diocesano San Luis Gonzaga, el padre Benedicto fue siempre exígete con la disciplina escolar. Además fundó la banda escolar que con acierto dirigió el reconocido músico matagalpino, profesor Humberto Aráuz Mairena.
Afectado en su salud, a finales de 1996, decidió separarse del cargo de director general del Colegio San Luis y en enero de 1997 dejó de ser el Vicario General de la Diócesis.
Consecuencia de un paro cardíaco, el padre Benedicto falleció el 19 de agosto de 1998 en el hospital César Amador Molina en la ciudad de Matagalpa.
Trabajo biográfico realizado por alumna de quinto grado
Colegio Diocesano San Luis Gonzaga
17 de agosto de 2017
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