“Están a tiempo de arrepentirse y, sobre todo, pídanle perdón a Dios”, fue parte de la exhortación que hizo Ana Gabriel Monge a un grupo de policías que estaban asediándole, la mañana de este domingo 19 de julio en la ciudad de Matagalpa, a quienes también sugirió: “háganse del lado correcto”.
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Monge es la esposa del excarcelado político David de Jesús Lagos, y ambos han denunciado el constante acoso de civiles armados que se movilizan en motos y les amenazan, así como el asedio de la Policía, el cual arreció durante la última semana contra excarcelados políticos y otros opositores al régimen de Daniel Ortega.
“Hemos sufrido tanto asedio todos los días, pero ayer (sábado 18 de julio) fue más seguido”, relató Monge, señalando que este domingo ella había conectado el parlante para escuchar música cristiana, pero una camioneta llena de orteguistas pasó “y se pararon enfrente a estar bailando… después la Policía se paró para protegerlos”.
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Fue cuando Monge interrumpió sus labores y tomando un micrófono desde su sala increpó a los policías por un “montón de vagos que ahora ni ustedes mismos soportan, todos esos ladrones que andan violando, asesinando, matando, ustedes saben quiénes son los delincuentes y ¿por qué no los arrestan?, tantas mujeres muertas en las calles, tantos niños asesinados, se encuentran muertos y ¿dónde están ustedes en ese momento, dónde están ustedes, persiguiéndonos a nosotros verdad?, vigilando cada paso que damos, ¿por qué nos tienen miedo?”.
“¿Cuál es el temor? Si nosotros no representamos peligro a nadie, sólo queremos libertad, justicia, democracia, queremos vivir en un país donde la Policía nos proteja a todos. Ustedes eran el orgullo de nuestro país, y se los juro, nosotros nos sentíamos orgullosos de la Policía de Nicaragua, pero ustedes, el 18 de abril del 2018, se convirtieron en la vergüenza de nuestra nación y, con lágrimas en mis ojos se los digo, de verdad que nos dieron una estocada en el corazón con todo lo que ustedes hicieron”, dijo Monge a los Policías que se mantenían afuera, junto a la patrulla.
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También les dijo: “están a tiempo de arrepentirse y, sobre todo, pídanle perdón a Dios, porque la muerte llega en cualquier momento. Para morir nacimos y no nos importa si morimos por esta causa; pero, ustedes arrepiéntanse. En el fondo de su corazón, ustedes necesitan a Dios y lo saben, muchos de ustedes están secuestrados en ese trabajo, háganlo, renuncien o háganse de lado correcto, que Dios los va a bendecir a ustedes y a sus familias. Háganse de lado correcto, por favor háganlo por su familia, por ustedes, por sus hijos…”.
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