El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, llamó a los nicaragüenses a que dejen de “balconear” la realidad del covid-19, cuestionando además a los “liderazgos sociales” que mienten en tiempos de pandemia y elogió a “organizaciones médicas independientes que trabajan para informarnos con veracidad”.
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Durante la celebración católica de Pentecostés, este domingo 31 de mayo en la catedral San Pedro Apóstol en Matagalpa, monseñor Álvarez mencionó que “todos hemos oído los números y porcentajes que día a día nos asaltan, y palpamos el dolor de nuestro pueblo. Lo que llega no son datos lejanos, los números, nombres, rostros, historias. No somos ajenos ni balconeamos esta realidad”.
“Amadísimos nicaragüenses, no balconeamos esta realidad, no estamos en tiempos de balconear la muerte de nuestro pueblo, no estamos en tiempo de salir a saludar como si estuviéramos en un cortejo para ver pasar los ataúdes de nuestro pueblo, no podemos balconear la fe, no podemos, no debemos, sería un pecado social gravísimo balconear nuestra responsabilidad ciudadana”, dijo monseñor Álvarez en la homilía de la misa que celebró nuevamente a puertas cerradas, sin la presencia física de fieles.
La Diócesis de Matagalpa mantiene una cuarentena desde el 20 de marzo recién pasado, dos días después de que el régimen de Daniel Ortega admitió el primer caso positivo de covid-19 en el país. Incluso, las celebraciones de Semana Santa fueron sin presencia de fieles.
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En su mensaje, el jerarca católico alentó a los fieles: “Aunque el cielo en estos días, en estos tiempos parece gris, estas palabras son también para nosotros: el que estaba muerto, el maestro, el amigo, el Señor ha vuelto. Descubrir la presencia de Cristo resucitado, para quien se encuentra turbado, perdido, sumido en el dolor, tal vez en la desesperanza, en el miedo, es motivo de alegría”.
“Cuántos nicaragüenses turbados y sin encontrar liderazgos sociales que indiquen, en estos tiempos de pandemia, un comportamiento serio a seguir, que busque salvaguardar la salud de nuestro pueblo e informe con la veracidad de los datos, de los hechos, sobre los contagiados y los muertos”, cuestionó también monseñor Álvarez.
Agregó: “Aunque la realidad se impone y muchísimos, muchísimos de nosotros, hasta pienso que ya no se queda ninguno, hemos experimentado la crudeza del virus en la familia, en los amigos, en los vecinos, en los conocidos, en el barrio, en el reparto, en la comunidad. Hemos visto tumbas y tumbas que se abren, hemos visto tantos entierros exprés, cómo se le suele llamar, hemos sabido de actas de defunción con causas de muerte que a todas luces carecen de credibilidad”.
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Para evitar la propagación del covid-19 y, ante la inacción estatal, desde el domingo 5 de abril, monseñor Álvarez propuso un proyecto para hacer frente a la pandemia a través de un call center y seis Centros de Prevención Médica (CPM) en el departamento de Matagalpa. Pero, fue bloqueado por el régimen de Ortega, a través del Ministerio de Salud.
Este domingo, monseñor Álvarez elogió el trabajo que realizan organizaciones médicas independientes.
“Reconocemos el enorme esfuerzo de organizaciones médicas independientes que trabajan para informarnos con veracidad de lo que estamos viviendo y para hacernos tomar conciencia que no es el tiempo de noches de compras. ¡No lo es! No es el tiempo de salidas innecesarias a las calles, de festivales en parques, plazas y ciudades, ni de desfiles, menos de aglomeraciones masivas, organizaciones médicas que nos insisten que estamos en el tiempo más peligroso del contagio, en la semana del crecimiento exponencial de la curva epidemiológica”, dijo monseñor Álvarez.
Ante ese panorama, monseñor Álvarez antes había augurado: “Jesús Sacramentado, la Virgen de Fátima y el Espíritu Santo salvarán a Nicaragua”.
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