Matagalpa: los días opacos de la Perla del Septentrión

Mosaico CSI
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Avenida José Dolores Estrada o Calle del Comercio en la ciudad de Matagalpa. MOSAICO CSI
Matagalpa calle comercio
Avenida José Dolores Estrada o Calle del Comercio en la ciudad de Matagalpa. MOSAICO CSI

Juana María Machado intenta vender vigorones en la terminal de buses en el barrio Guanuca de la ciudad de Matagalpa, donde diariamente operan 130 unidades con rutas hacia distintos municipios de Matagalpa, Jinotega y el Caribe Norte. A gritos, la mujer oferta el plato típico entre quienes se disponen a viajar, pero ella lamenta que “no vendemos nada, a la gente le da miedo comprar”, porque creen que pueden contagiarse de Covid-19, la pandemia que ha causado miles de muertes en el mundo.

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Hay menos pasajeros que lo habitual en esa terminal de la Cooperativa de Transportes Musún (Cotramusún), cuyos datos reflejan un decrecimiento cercano al 40 por ciento en la demanda que, en condiciones normales, es calculada entre 10,000 y 12,000 pasajeros por día. Ante la baja, los transportistas han adoptado algunas medidas para operar sin pérdidas, explica el jefe de operaciones, Juan Ramón López.

En corredores como la ruta Matagalpa-Río Blanco, los transportistas están alternando las unidades que salen en los horarios de las 7:50 a.m., 3:00 p.m. y 4:00 p.m., mientras que en otras rutas autorizaron sustituir las unidades con capacidad para 50 pasajeros, por unidades más pequeñas con capacidad para menos pasajeros y disminuir los costos de operación.

Los transportistas también implementan medidas para tratar de prevenir el contagio de Covid-19 a usuarios de la Cotramusún: “garantizar mascarillas a conductores y auxiliares, además de alcohol gel y jabón; de igual manera se está orientando la limpieza y desinfección de las unidades antes de salir y también al momento de llegar a su destino”, explicó López.

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Iguales medidas han adoptado en la Cooperativa de Transportes del Norte (Cotran), en cuya terminal, al sur de la ciudad, han instalado lavamanos en los lugares de espera y facilitan algunas cosas a los pasajeros, aunque también les venden tapabocas y guantes.

Cotramusún
Vendedores y pasajeros en la terminal de buses de la Cotramusún en el barrio Guanuca de Matagalpa, el 31 de marzo recién pasado. Fue uno de los días con más afluencia de usuarios. MOSAICO CSI

Seis casos positivos

Según cifras oficiales, en Nicaragua solo ha habido seis casos positivos de coronavirus. Uno murió y dos fueron dados de alta, por lo que el domingo 5 de abril quedaban tres pacientes hospitalizados: hombres de 70, 76 años y 33 años. Además, 10 personas estaban bajo vigilancia del Ministerio de Salud (Minsa).

La vicepresidente Rosario Murillo oficializó la detección del primer caso en el país al anochecer del 18 de marzo. Tras el mensaje de la esposa de Daniel Ortega, hubo quienes reaccionaron temerosos en la ciudad de Matagalpa ante el eventual contagio rápido y masivo, como el experimentado en otros países donde colapsaron hospitales, incluso cuando adoptaron medidas preventivas como el cierre de fronteras. También, por la falta de confianza en las condiciones y capacidades de respuesta del sistema de salud público nicaragüense.

“Ahora sí nos fregamos”, se dijo para sí  un taxista que compartió su testimonio con Mosaico CSI, indicando que de inmediato fue a una farmacia a comprar alcohol gel y unas mascarillas que se dispuso a usar a partir de la mañana siguiente, durante sus jornadas laborales. Su empleo lo obliga al contacto con extraños, haciéndolo más vulnerable. “Vivimos de lo que ganamos en el turno, ¿cómo me quedo en la casa para cuidarme? Tengo que exponerme”, dice.

Matagalpa plaza cafetalera

Matagalpa es una plaza cafetalera que estaba entrando con fuerza al turismo, pero su economía estaba deteriorada antes de que el mundo supiera del coronavirus. La crisis sociopolítica desatada por la represión estatal, golpeó con fuerza a la también llamada Perla del Septentrión que, hasta abril de 2018, se posicionó como el principal destino turístico en el norte del país, donde el cultivo del café estaba en crisis por falta de financiamiento.

Ahora, el temor a la amenaza del covid-19, también está afectando. Hay negocios que optaron por cerrar. Restaurantes que atienden solo pedidos a domicilio. Un bar de los más concurridos, experimentó con sus DJ’s haciendo transmisiones en vivo, a través de redes sociales, para entretener a las personas que han decidido quedarse en casa, como lo sugieren diversas campañas internacionales y de algunos sectores nacionales.

En la ciudad de Matagalpa, un grupo de médicos realizó un video explicativo sobre el covid-19 y exhortando a la población al autocuido. “Evitemos salir de nuestros hogares si no es estrictamente necesario para compra de medicinas o alimentos”, recomienda uno de los doctores en el video.

Para Azucena Guido, quien vende comidas en la terminal de Guanuca, esa recomendación es inviable. Se queja de bajas ventas y apunta que “tenemos deudas y tenemos que salir a trabajar para pagarlas y sostener a las familias”.

Guido y Machado coinciden en que han adoptado medidas de autocuido, pero que estas les afectaron en sus ventas.

“La gente tiene miedo de comprar, porque dicen que podemos andar enfermos y, si andamos tapados (usando cubrebocas), nos dicen igual… entonces yo me descubrí, ya no me ando tapando”, dice Machado.

Entre los pasajeros, unos cuantos usan cubrebocas principalmente de tela, criticados por inefectivos ante el SARS-CoV-2, el virus causante de la Covid-19. Aunque ya hay algunos pasajeros como “Pedro”, que afirman de “un caso positivo” presuntamente detectado a un habitante de San Ramón, una pequeña ciudad a 12 kilómetros de Matagalpa.

Pobladores de San Ramón hasta identificaron al afectado y aseguran que se trata del quinto caso que confirmó el Minsa. Pero también dieron nombres de personas calificándolas como “potenciales contagiados”.

Templos cerrados

Antes, por la inacción estatal, la iglesia católica adoptó medidas drásticas y suspendió las actividades masivas, incluso las procesiones por la llegada de la imagen de la Virgen de Fátima a la Diócesis de Matagalpa y las solemnidades de la Semana Santa.

Obispo de Matagalpa
El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, celebró la misa de Domingo de Ramos y de bendición de las palmas con la catedral cerrada. Solo ante personal del canal de televisión de la Diócesis. MOSAICO CSI | Cortesía

En los últimos días, en las 28 parroquias de la Diócesis, algunas personas podían asistir a las misas que generalmente son transmitidas por distintos medios, incluyendo redes sociales. Pero, a partir de este sábado 4 de abril, la Iglesia en Matagalpa anunció que las misas de las actividades de la Semana Santa serán a puerta cerrada, sin la asistencia de fieles y transmitidas en vivo para que los feligreses puedan seguirlas desde sus casas.

“Como Iglesia hemos hecho todo de nuestra parte para enviarle además a la población el necesario mensaje de que necesita quedarse en casa”, dijo este domingo el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, en una conferencia en la que además presentó un proyecto para abrir un call center y seis Centros de Prevención Médica para ayudar a contrarrestar la amenaza del covid-19. En menos de tres horas, el Ministerio de Salud le prohibió emprender el proyecto, desatando la crítica de distintos sectores que respaldan la iniciativa del religioso y la burla de orteguistas que aplauden la prohibición estatal.

Obispo Minsa
La denuncia de Monseñor Rolando José Álvarez Lagos en su cuenta de Twitter

Es como si el tema del covid-19 fuese un asunto entre el régimen de Ortega y la oposición. El obispo Álvarez fue tajante cuando presentó el proyecto diocesano este domingo 5 de abril: “Puedo y tengo que hablar como iglesia, yo no soy oposición”.

La apariencia de normalidad en Matagalpa

Las calles de Matagalpa no están desiertas totalmente, pero hay poco movimiento en lugares suburbanos como Paz y Reconciliación, Waswalí y Solingalpa, así como en barrios periféricos, subiendo y bajando empinadas cuestas en distintos horarios y durante varios días seguidos.

Habitualmente, cruzar la ciudad en vehículo es estresante para el viandante. Solo pasar la calle principal de Guanuca, desde el semáforo hasta la esquina sur del mercado, menos de 400 metros, toma media hora como mínimo. Pero, en recorridos realizados todos los días y en distintos horarios, entre el 27 de marzo y el 4 de abril, tomó 23 minutos en promedio recorrer en carro desde el barrio Las Marías, en el noreste, pasando por Guanuca y las principales calles céntricas, hasta la salida a Managua, en el suroeste.

Los sitios con más movimiento son los alrededores del Parque Francisco Morazán, donde el oficialismo hace pequeñas ferias que buscan aparentar la normalidad del discurso oficial, las cercanías de los mercados y supermercados.

La despreocupación estatal frente a la pandemia es notoria cuando llaman a la aglomeración de sus empleados, como ocurrió el 31 de marzo,  cuando el oficialismo inauguró un complejo del Ministerio de Gobernación donde funciona además Migración y Extranjería y una estación de los llamados Bomberos Unificados, en el sector suroeste. De ahí caminaron al centro de la ciudad, donde hay un puente en construcción.

¿Quedarse en casa?

Mientras todo eso ocurre en estos días, otros comerciantes en el Mercado  Norte, frente a la terminal de Guanuca, también resienten la poca afluencia de compradores, y el incremento de algunos precios también influye en la baja de sus ventas.

“El frijol subió de 15 córdobas a 17 córdobas por libra, entonces (las ventas) bastante se han bajado, porque la mayoría de la gente compró provisiones y está en sus casas, no quieren salir y aquí la mayoría de la gente que viene es del campo, porque los de la ciudad se van a los supermercados”, dice Marcia Díaz, quien atiende un tramo en el mercado.

El aceite también subió de precio, pasando de 730 a 780 córdobas por bidón, por lo que vende a 45 córdobas el litro de este producto. En el mismo centro de compras, Rosario Poveda está en su tramo de ropa y calzado, pero “no vendemos nada, pero aquí tenemos que estar para cuidar, porque no podemos dejar eso solo. Ahorita es por el virus que está peor (las bajas ventas), qué va a venir la gente, tiene miedo”.

Poveda tampoco ve como opción quedarse en casa. Igual que el resto, debe salir para ganarse la vida.

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