Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, insistió en que el régimen de Daniel Ortega debe adoptar “una especie de cuarentena” en Nicaragua, para evitar la propagación del covid-19 y, ante la inacción estatal, este domingo 5 de abril, propuso un proyecto para hacer frente a la pandemia a través de un call center y seis Centros de Prevención Médica (CPM) en el departamento de Matagalpa.
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Después de celebrar a puertas cerradas la misa de Domingo de Ramos y bendición de palmas en la catedral San Pedro Apóstol, monseñor Álvarez, respaldado por 15 médicos voluntarios, anunció el proyecto con una conferencia de prensa en la que además advirtió que Nicaragua no está siguiendo las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras el régimen insiste en generar un ambiente de normalidad promoviendo actividades masivas en distintos puntos del país, monseñor Álvarez citó el comunicado del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Matagalpa, emitido el 20 de marzo reciente, en el que los asesores episcopales llaman a que “el gobierno tome algún tipo de medidas que impliquen una especie de cuarentena en el país, (porque) no es momento para andar en las calles en actividades masivas”.
El obispo de Matagalpa advirtió que el covid-19 ha hecho colapsar sistemas de salud, incluyendo a los mejores del mundo, y “su impacto es desastroso; nada indica que en Nicaragua no nos puede pasar por lo mismo”.
Hasta este domingo, el Ministerio de Salud reportaba solo seis casos positivos de covid-19 en el país, uno murió y dos sanaron y fueron dados de alta. Mientras que tres hombres de 70, 76 y 33 años permanecen hospitalizados y “delicados”.
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Pero, monseñor Álvarez estimó que “durante los próximos días habrá un incremento en el número de personas contagiadas que podría corresponder al 30 por ciento de la población nicaragüense”.
“Esta es la razón por la que debemos tomar medidas drásticas para aplanar la curva de contagio y evitar el colapso del sistema de salud”, dijo monseñor Álvarez.
El plan diocesano
El proyecto, según el obispo, está disponible para que otras diócesis e incluso organizaciones puedan replicarlo en otros lugares del país, “porque es el momento de unirnos para evitar la rápida y masiva propagación del virus y para evitar muertes masivas en Nicaragua”.
Tanto el call center como las seis CPM tienen como principal objetivo prevenir o disminuir el riesgo de contagio por coronavirus en los habitantes del departamento. “Somos más de medio millón”, dijo el obispo.
En las próximas horas, la Diócesis dará a conocer un número para que la población pueda comunicarse con personal capacitado para responder dudas o consultas sobre el covid-19 y también pretende incidir a a través de campañas de prevención con estrategias loicales en medios de comunicación y redes sociales.
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Los seis CPM estarán ubicados en las cabeceras municipales de Matagalpa, Matiguás, Sébaco y Esquipulas, además de otro que funcionará en El Tuma, segunda mayor población urbana del municipio El Tuma-La Dalia; y otro que ha sido habilitado con la Clínica Móvil Diocesana.
“El proyecto de los CPM será llevado en dos fases. Una fase de prevención y otra fase de atención médica a la población que presente signos o síntomas de covid-19”, dijo el obispo, detallando materiales y equipos que necesitarán en cada una de esas etapas, por lo que también solicitó el respaldo de organizaciones y empresas.
Monseñor Álvarez reiteró como “primera gran medida de precaución orientada por la OMS…, es quedarse en casa. El problema que tiene Nicaragua es que el 70 por ciento de la población económicamente activa vive del sector informal, vive del día a día, entonces es ahí donde yo digo que este es un problema y una situación de estado, porque a estas personas que son el 70 por ciento de los nicaragüenses, habría que darles una respuesta para que también ellos puedan quedarse en casa y por supuesto que nuestro llamado es siempre quedarse en casa y como iglesia lo hemos hecho y lo estamos haciendo”.
La iglesia en Matagalpa ha cerrado sus templos y los sacerdotes están celebrando los oficios litúrgicos sin la presencia física de fieles.
Monseñor Álvarez llamó al Ministerio de Salud a que se sume a la iniciativa y no la bloquee, porque en ningún momento pretenden actuar como un sustituto del Estado en sus tareas frente al covid-19 y un eventual bloqueo sería también bloquear “la posibilidad de salvar vidas”.
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