Presentando varios balazos en la cabeza, a las 6:00 de la mañana de este lunes 9 de marzo fue encontrado el cadáver de un hombre identificado preliminarmente como Otoniel Lanzas, de 25 años, en el sector conocido como Los Chiles, en la microrregión de Plan de Grama, municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega.
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El cadáver de Lanzas estaba “boca arriba” a la orilla de un camino de macadán. Vestía pantalón azul, zapatos deportivos blancos y una chaqueta celeste con el logo del equipo de futbol español Barcelona.
De acuerdo con la versión preliminar extraoficial, el crimen fue cometido en horas de la madrugada por sujetos todavía desconocidos. Algunos lugareños vincularon a la víctima con supuestos delitos, incluyendo tráfico de marihuana.
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La Policía de Wiwilí se movilizó al lugar, en la mañana de este lunes, para realizar los peritajes y las averiguaciones pertinentes.
Triángulo violento
El de Lanzas es al menos el cuarto crimen que ha ocurrido este año en el municipio de Wiwilí y el segundo caso reportado en lo que va de 2020 en la microrregión de Plan de Grama.
Wiwilí, El Cuá y San José de Bocay, vecinos entre sí, conforman un triángulo violento que acumuló al menos el 80 por ciento de las 112 muertes de naturaleza homicida registradas en todo 2019 en el departamento de Jinotega.
Los tres municipios, de los más jóvenes del país, fueron parte del llamado “Corredor de la Contra”, cuando la Resistencia Nicaragüense, financiada por Estados Unidos, combatió al primer régimen de Daniel Ortega en la década de los 80.
Más desde 2018
Desde que estalló la crisis sociopolítica en Nicaragua, en abril de 2018, el incremento de las muertes homicidas ha sido alarmante en el departamento de Jinotega, principalmente en esos tres municipios.
Los datos de 2019 excluyen tres muertes ocurridas en un supuesto enfrentamiento entre el Ejército y un “grupo armado” en San José de Bocay. Un solado y dos civiles –incluyendo entre estos a una mujer de generales desconocidas– fueron las víctimas mortales. Tampoco se incluyen los casos de tres opositores asesinados en territorio hondureño ni casos en los que hubo quienes sospecharon de mano criminal, pero que la Policía calificó como muertes naturales o muertes accidentales.
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