
Fanáticos de la dictadura de Daniel Ortega mancharon con pintas el templo católico de la comunidad Cuatro Esquinas, al norte de la ciudad de Río Blanco, jurisdicción del departamento de Matagalpa, en un nuevo ataque a la Iglesia Católica nicaragüense.
“Están vigilados” es uno de los mensajes escritos con pésima ortografía en las paredes de la capilla, en la que también califican a la Iglesia como “golpista”, además de la ya trillada frase: “con la paz no se juega”, que son parte del discurso de odio de la dictadora Rosario Murillo. Monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, cuando supo de las pintas expresó que, a su criterio, “además de trasmitir violencia podrían estar queriendo incitar a la violencia”.

“Quiero pensar que en estas acciones los líderes superiores de quienes hacen ese tipo de pintas no lo saben y son cosas que se les escapan, pero aprovecho los medios de comunicación para sí, solicitarles a los líderes superiores de estos grupos, que manden a pintar la iglesia tal y como está”, expresó monseñor Álvarez después que ofició la misa dominical en la catedral San Pedro Apóstol en la ciudad de Matagalpa.
El jerarca católico señaló además que las pintas pretenden “también ofender a la Iglesia, (pero) nosotros no nos sentimos ofendidos y nunca vamos a responder al mal con el mal, sino que siempre se hará como el Evangelio lo manda, con la fuerza del bien”.
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