
La temporada de cosecha del café ya llegó y con ello las familias comienzan a cortar café, porque ven en esta actividad, una de las más importantes de Nicaragua, la oportunidad de ganar más dinero para destinarlo a solventar distintas necesidades.
«Mi suegro trabaja al día en el campo, mi mamá y mis hermanas se ganan la vida lavando ropa ajena y yo con mi trabajo, prácticamente nos dedicamos a sobrevivir, pero la temporada (de cortes) nos abre las puertas para ganar más reales (córdobas), por eso vamos a cortar desde el comienzo hasta el último grano», expresa David Martínez Loaísiga.
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Martínez vive junto a seis adultos y cinco niños en una humilde casa de madera, zinc y plástico, con cortinas de tela como divisiones , en la comunidad San Antonio, en el Tuma-La Dalia, Matagalpa.
El resto del año, Martínez trabaja como ayudante de albañilería, sin embargo, él dejará pronto ese trabajo para ir a cortar café. Tres de los miembros de su familia ya lo hacen en una finca ubicada en la comunidad Abisinia, jurisdicción del vecino municipio El Cuá, en el departamento de Jinotega.
Dinero de cortes de café para componer la casa
«Mi mamá y mis dos hermanas ya se fueron a cortar, yo lo voy a hacer después, para así mismo seguir adelante, con el dinero que ganemos pensamos componer la casa y poner la luz» agrega Martínez.
Esta es la realidad de muchas familias nicaragüenses que participan de la temporada, como comúnmente se le llama, con el fin de obtener dinero, tanto para celebrar Navidad y fin de año, como para preparar a los niños para el nuevo año escolar, mejorar sus casas o pagar deudas adquiridas anteriormente.
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