Deybin José Dórmuz Tórrez, de 19 años, acusado por presunto femicidio en perjuicio de una adolescente de 16; debe ser llevado a una valoración siquiátrica para determinar si presenta síntomas de trastorno mental u otro signo de “daño síquico que le impida determinar la licitud de su conducta”, determinó un juez de Jinotega.
En comunicación dirigida este martes 27 de agosto a José Reyes, director del Hospital Victoria Motta en Jinotega, el juez de audiencias Carlos Molina le solicita que establezca nueva fecha para la valoración siquiátrica a Dórmuz, aunque el judicial también ofició a la Policía para que traslade al acusado a esa valoración el 2 de septiembre próximo en el mismo centro asistencial.
La Fiscalía en Jinotega acusó a Dormuz de haber envenado con herbicida a la adolescente Julia Amalia Valenzuela Rodríguez, de 16 años, con quien sostuvo una relación de pareja durante aproximadamente tres meses.
Durante la audiencia inicial del proceso, realizada el 22 de agosto recién pasado, el juez Molina admitió los elementos probatorios ofrecidos por el Ministerio Público, sostuvo la medida cautelar de prisión preventiva contra Dórmuz y remitió la causa a juicio, el cual será conocido por la juez especializada en violencia de género, Engracia Inés Flores.
La adolescente residía en la comunidad Valle Los Aires, a media hora caminando desde una capilla evangélica en la microrregión de Ayapal; pero entre marzo y abril de este año, se fue a vivir a la casa de Dormuz en la comunidad Turuwas, jurisdicción de la misma microrregión de Ayapal del municipio de San José de Bocay.
Según la acusación de la Fiscalía, Dórmuz “ejercía control sobre la libertad de actuar de la adolescente víctima, la cual se manifestaba en celos, por el hecho de que la víctima tenía un hijo con otra pareja”, prohibiéndole incluso que visitara al niño de un año y medio que estaba bajo los cuidados de la madre de la adolescente en Valle Los Aires.
“Como una forma de intimidación con el objetivo de someterla a sus decisiones”, refiere la acusación, Dórmuz le decía a la adolescente que, si iba a ver al niño, “que mejor se fuera de una sola vez, advirtiéndole que algún día se iba a deshacer de ella”.
La relación de hechos detalla que el 17 de junio pasado, Dórmuz y Valenzuela estaban realizando labores culturales en una parcela para sembrar maíz, a 50 metros de la casa de él en Turuwas.
Al mediodía, “siguiendo el curso de un plan previo de deshacerse de la adolescente y quitarle la vida”, sostiene la Fiscalía, Dórmuz le dijo a Valenzuela que iría a comer. Acordaron que él volvería con “algo” para ella.
Dórmuz sirvió una taza de café, pero lo mezcló con un herbicida altamente tóxico y a las 12:30 del mediodía volvió a la parcela y se la dio a la adolescente, quien la tomó sin ninguna sospecha.
A las 5:00 p.m. del mismo 17 de junio, cuando y estaban en la casa, la adolescente tuvo mareos y vómitos. Dormuz, “con el fin de aumentar deliberadamente el dolor y sufrimiento en la adolescente, le manifestaba asegurándole que si no se moría con lo que le había dado, que al día siguiente le iba a dar más (herbicida)”, apunta la acusación.
Ante los síntomas de la adolescente, una amiga de esta, Agustina de Jesús López Cantarero, la llevó el 18 de junio al centro de salud del caserío de Ayapal, de donde fue transferida al centro de salud de la cabecera municipal de San José de Bocay y por último al hospital Victoria Motta de Jinotega, donde murió a las 5:40 a.m. del 6 de julio.
El dictamen médico legal estableció que Valenzuela murió por la ingesta del herbicida que le provocó una fibrosis pulmonar que concluyó con insuficiencia respiratoria.
Facebook Comments