
Seis ciudadanos autoconvocados fueron secuestrados por la Policía la tarde de este miércoles, cuando una patrulla los interceptó antes de que llegaran a la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles en la ciudad de Jinotega, donde participarían en una misa en memoria de tres pobladores asesinados hace un año en el letal plan limpieza que el orteguismo ejecutó en el país.
Los ciudadanos fueron trasladados a la delegación policial de Jinotega y posteriormente fueron liberados, según informó la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de esa ciudad.
Los detenidos fueron identificados preliminarmente como Lázaro Martín Valle, Omar Eliud Mairena Valle, Jordan Alexander Picado Palma, Aarón González Solís, Yaser Janiel Zelaya Gómez y Cristopher Úbeda. Este último fue liberado poco después, pero los otros cinco permanecían “bajo investigación” en la unidad departamental de la Policía en Jinotega.
“Ellos se dirigían a la misa de aniversario de nuestros caídos y fueron secuestrados por la guardia sandinista”, denunció el Movimiento 19 de Abril de Jinotega, a través de las redes sociales. Un niño de 12 años que iba con ellos fue golpeado por los uniformados.

En el templo de Nuestra Señora de los Ángeles se realizó la misa por el primer aniversario del asesinato de Leyting Chavarría Pérez, de 16 años; Bryan Odonel Picado, de 21 años, y José Benito Rodríguez González, de 34 años, asesinados por el régimen orteguista el 24 de julio de 2018 en el barrio Sandino de Jinotega.
La misa, programada para las tres de la tarde, se desarrolló bajo asedio policial. Desde tempranas horas la Policía patrulló las principales calles de la ciudad y la del barrio Sandino, atacada exactamente hace un año por paramilitares en la operación limpieza, y que dejó un resultado de tres muertos y más de 20 heridos.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el sacerdote Arsenio Medina en la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles. Una vez concluida la misa, los asistentes recordaron a las víctimas de la represión estatal, gritando sus nombres y exigiendo justicia.
Yelba Chavarría, tía de Leyting, agradeció a los asistentes. “Gracias por acompañarnos en estas circunstancias tremendas, por no decir otra palabra… él no era político, él no entendía de política, él solo miró que estaban matando a los niños, él solo miró que estaban agrediendo a los ancianos y él, con ese valor que tenía se enfrentó”.
Además, contó que a su sobrino adolescente “le dije un día: ‘Leyting, ¿qué peleás?’ y me dijo: ‘tía, no puedo ver que están matando, mataron a ‘Patito’ (el niño de 12 años, Abraham Antonio Castro Jarquín, asesinado el 8 de julio en el barrio Sandino)’… le respondí ‘vos no sos Dios, no podés componer esto’, y me dijo: pero si nos quedamos callados nos matan a todos”.
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