En los municipios El Cuá y San José de Bocay, del departamento de Jinotega, se continúan registrando crímenes violentos. En estos dos municipios ha ocurrido el 60 por ciento de las muertes violentas registradas en lo que va del año. Este fin de semana las autoridades reportaron un parricidio y un asesinato.
Martín Blandón Rivera, de aproximadamente 35 años, fue asesinado a balazos el domingo 14 de julio por personas todavía sin identificar, quienes presuntamente llegaron a sacarlo de su casa en el sector llamado Peña la Cruz, ubicado a cinco kilómetros al sur del poblado de Ayapal y a 35 kilómetros al norte de la cabecera municipal de San José de Bocay.
La Policía, que llegó al lugar para investigar, aún no brinda información sobre el crimen. Una de las versiones extraoficiales sobre el caso refiere que Blandón recién salía de un culto evangélico cuando los desconocidos lo atacaron a balazos, asestándole varios tiros en distintas partes.
Habitantes del lugar llevaron a Blandón al centro de salud de Ayapal, donde falleció poco después. Blandón fue ayudante y cobrador en un bus de transporte colectivo y le gustaba el béisbol, por lo que jugaba y apoyaba al equipo de su comunidad.
Un parricidio en El Cuá, otro de los crímenes
Mientras tanto, en el hospital Victoria Motta de la ciudad de Jinotega, también el domingo 14 de julio, murió Félix Pedro Cerros, de 78 años, a consecuencia de tres cuchilladas que le asestó presuntamente su hijo Erling José Cerros Úbeda, de 38.
El ataque de hijo a padre habría ocurrido a las 6:30 p.m. del sábado 13 de julio en el llamado Valle Las Minas, a un kilómetro del empalme Los Lumbí de la comunidad La Pita, municipio El Cuá.
Francisca del Rosario Úbeda Rizo, esposa de la víctima y madre del sospechoso, dijo a la Policía que este llegó a la casa y se puso a afilar un cuchillo; pero, al terminar, se sentó y repetía que a él querían matarlo.
Instantes después, según la versión de la mujer, padre e hijo salieron al corredor de la casa, donde Cerros Úbeda atacó a su progenitor. Aunque dos hermanos lograron quitarle el cuchillo, el sospechoso huyó.
En su denuncia, Úbeda Rizo señaló que su hijo padece de esquizofrenia, pero también presume que esa noche andaba drogado.
Hallazgo de cadáver
Mientras tanto, los restos óseos de un hombre identificado preliminarmente como Yadir Gilberto Padilla fueron enviados por la Policía de Jinotega al Instituto de Medicina Legal en Managua, para que allí puedan determinar la causa de muerte.
El cadáver en estado de descomposición fue encontrado el 12 de julio recién pasado en un cauce natural a 100 metros del empalme al barrio Llano de la Cruz. La forense en Jinotega, Anyoleth Rizo, determinó que presentaba hematomas en la espalda y piernas.
Sin embargo, serán las valoraciones en Managua las que determinen si la muerte fue de naturaleza homicida.
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