Los hermanos Paulino y Aurelio Jarquín Cano, de 33 y 30 años, respectivamente, fueron asesinados a machetazos y sus cuerpos estaban a la orilla de un camino de macadán en el sector conocido como La Bruja, comunidad El Anzuelo del municipio de Matiguás, Matagalpa.
Félix Jarquín Cano, hermano de las víctimas, fue quien encontró los cadáveres antes del amanecer de este viernes 31 de mayo. De inmediato avisó a las autoridades policiales de Matiguás.
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Uno de los cuerpos estaba junto a un alambrado de púas y el otro, a poca distancia, a la orilla del camino. Estaban casi decapitados.
Un equipo de investigación policial llegó al sitio y, en las averiguaciones preliminares, determinó que la noche del 30 de mayo, las víctimas habían estado tomando licor con su cuñado Jacinto López Cantillano.
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De manera extraoficial trascendió que cuando los hermanos Jarquín y su cuñado volvían a sus casas, fueron interceptados por un hombre que los atacó con un machete.
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López presuntamente logró escapar ileso, corriendo hacia un potrero, y habría sido él quien brindó detalles a los policías sobre las circunstancias en las que ocurrió el doble crimen.
Según los reportes extraoficiales, la Policía Orteguista (PO) identificó al sospechoso como Julio César Orozco, emprendiendo un operativo de búsqueda y captura en su contra. Presuntamente, las víctimas y el sospechoso tenían rencillas de vieja data, aunque los detalles no fueron precisados en el reporte.
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