Julio César Hernández Altamirano, de 28 años, fue asesinado a balazos por unos armados que llegaron a sacarlo de su casa en la comunidad San Miguel de Kilambé, jurisdicción del municipio El Cuá, departamento de Jinotega.
Adelaida Orozco Tórrez, pareja de Hernández, fue quien avisó sobre el crimen a la Policía de El Cuá que se movilizó al lugar para realizar las averiguaciones pertinentes.
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Según la versión que Orozco dio a los investigadores policiales, ella y Hernández estaban acostados cuando, a la medianoche del jueves 9 de mayo, unos desconocidos llegaron y desde afuera de la casa, cerca de una iglesia evangélica, les advertían que salieran o les disparaban a través de las tablas que sirven de pared a la vivienda.
Hernández se levantó y les abrió la puerta, encontrándose con aproximadamente ocho desconocidos que lo encañonaron para llevarlo a varios metros de la casa; mientras que uno de los armados se quedó para retener a Orozco.
Armados huyeron
Minutos después, los armados dispararon contra Hernández, asestándole al menos cuatro balazos en distintas partes.
Los desconocidos huyeron y Orozco fue a buscar a su marido, quien estaba agonizante y este falleció minutos después.
Hasta el momento se desconoce cuál fue el motivo del crimen contra Hernández y los investigadores policiales también están tratando de determinar la identidad de los asesinos.
Quejas ante Policía y ejército
Las muertes de etiología homicida siguen incrementando en el departamento de Jinotega, principalmente en el triángulo conformado por los municipios Wiwilí, El Cuá y San José de Bocay, donde ha ocurrido casi el 90 por ciento de los crímenes violentos.
En esta semana, pobladores de El Cuá y Wiwilí se reunieron con autoridades policiales y militares, ante quienes se quejaron por la inseguridad que viven, debido al incremento también de los abigeatos y robos en distintas modalidades.
En la reunión sostenida en Wiwilí, un productor ganadero expuso al jefe departamental de la Policía, comisionado general Marvin Castro, que le han robado en varias ocasiones y aunque tiene identificado al ladrón, “¿sabe qué me dijo el comisionado? Que si le pasaba algo a ese hombre, que si se moría, que yo caía preso”.
“Uno de estos ladrones llegó a la Policía Nacional y ¿saben qué le dijeron?, dice él que le dijeron: ‘si ese jodido es tranquista, robale todo lo que tiene’. Me dejaron hasta sin cama”, dijo el ganadero.
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