La fiesta folclórica de Los Mantudos, es netamente chinandegana. El mantudo es un devoto de San Pascual; bailador enmascarado de sombrero con espejos, un manto colorido, largo de vestimenta, que carga un calabazo con cintas, cera y palillo que soba con sus dedos, el que emite coplas alegres, de burla a su compañero mientras le bailotea al santo ante la peana que cargan los fieles.
Este santo milagroso es el patrono de Los Congresos Eucarísticos al que peregrinos le guardan fe y respeto.
Al menos una decena de imágenes son celebradas en barrios y colonias de Chinandega, animados con bandas filarmónicas —los populares chicheros— que ejecutan los sones de San Pascual y La Cuchara Panda.
El templo parroquial El Calvario se viste de gala con la vela el 16 en las vísperas del 17 de mayo, la fecha central y festiva parroquial, pero sin el jolgorio de los mantudos como en los otros puntos de la ciudad.
Cadencioso
En Chinandega se le celebra desde el año de 1862 cuando la Familia Mejía en la Comarca San Benito inició el tradicional ‘Baile del Mantudo’, quienes lo hacían por la noche por la vergüenza que sentían.
Las coplas y el bailador hacia atrás y adelante armonioso lo realizan sobando los dedos en el juco, que emite el sonido seco del calabazo que suena frecuente junto al chischil elaborado de tapas de gaseosas.
San Pascual nació en la ciudad de Bailón, en España en 1540, precisamente el Día de Pascua y se hizo un hermano franciscano.
En todo mayo
La banda filarmónica suena sus tambores y trompetas durante los fines de semana del mes de mayo, mientras los devotos bailan al santo y el Mantudo, algunos con sus buenos tragos entre pecho y espalda, emiten sus alegres coplas.
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