Brigadas de diferentes entidades y organizaciones controlaron, la tarde de este jueves, un incendio que afectó aproximadamente cien manzanas de extensión en varias propiedades agroforestales en los sectores de Molino Norte, La Cartuja y Los Lipes, al norte de la ciudad de Matagalpa, sobre la ruta histórica y turística hacia Jinotega.
Sin embargo, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Matagalpa (CBVM) y pobladores de esos lugares mantienen supervisión en la zona para evitar que resurja el fuego por brasas que hayan podido quedar en raíces o troncos.
El incendio comenzó antes del mediodía del miércoles y, en seis horas había afectado entre 80 y 90 manzanas de bosques de roble y pino, así como algunas áreas de cafetales, cultivos de hortalizas y pastizales, refirió el comandante Ramón Martínez Ochoa, jefe del CBVM.
Pobladores de la zona junto a bomberos y miembros de algunas entidades estatales, así como brigadas comunitarias de lucha contra incendios, se involucraron en las tareas para extinguir el fuego, retando las características topográficas accidentadas.
Piedra golpea en la cabeza a un hombre
De la parte alta de un cerro se resbaló una piedra que golpeó en la cabeza a un joven que se había sumado como voluntario para la extinción del fuego, siendo el único lesionado que reportó el CBVM.
Sin embargo, por las mismas características del lugar, algunos bomberos mostraron signos de agotamiento, pues el fin de semana también actuaron en la sofocación de un incendio forestal en la zona entre Piedra de Agua y El Carrizo, también al norte de la ciudad de Matagalpa.
Durante el incendio, los bomberos detectaron diversas especies de animales calcinados por las llamas, incluyendo serpientes y guatusas. En tanto, los pobladores de la zona advirtieron que es amplia la afectación en la fauna que incluye aves como el quetzal, guardabarranco y otros animales como venados, coyotes y “chancho de monte” que vieron destruido su hábitat natural.
Según el comandante Martínez, los bomberos seguían trabajando en la remoción de troncos y raíces, porque “la dirección del viento allí es muy cambiante y en dependencia de la temperatura se puede revivir cualquier foco de incendio”.
“Es común que puedan quedar incendios en el subsuelo que provoquen nuevamente el incendio superficial y eso es lo que están viendo nuestros bomberos en el lugar”, agregó Martínez.
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